Divisamos el Everest

7 de abril

Hoy he sentido del placer del viaje. Ya nos vamos adentrando en  Tíbet. Estamos en la meseta tibetana, una tierra semidesértica  por encima de cuatro mil metros. No hay plantas, la vida parece imposible aquí, y sin embargo hay puebluchos dispersos por aquí, por allá. ¿Cómo será el invierno aquí?.

Vamos a hacer dos noches en Tingri, un pueblo este sí tibetano. Los hombres con el pelo recogido en trenzas rojas, sus collares turquesas…Es increíble estar aquí. Como no hay leña usan las moñigas de los yaks secadas al sol para encender cocinas y estufas.  El progreso va llegando con el asfalto y también usan cocinas de concentración solar. Todos los niños se nos acercan con la cantinela de “hello, money, hello money” y algunos adultos también, acabamos un poco hartos y cuando vemos alguno pensamos ya vienen a pedirnos dinero. Supongo que ellos cuando nos ven pensarán ya vienen a pedirnos fotos. No se dejan fotografiar fácilmente.En el comienzo de la pista que lleva al CB del Everest

Hoy hemos visto el Everest por primera vez. Imponente, negro, al contrario que el Cho Oyu y las demás grandes montañas cercanas que resplandecen blancas de nieve, en un contraste bestial con el páramo que pisamos. Chomolugma. Da muchísimo respeto y es bellísimo. Es un lujo estar aquí.

Nyalam puebblo en el que hicimos dos noches y una caminata de aclimatación

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