Efrén Vázquez, el piloto que nació donde el cielo también es de asfalto

Esta madrugada he vuelto a ver la carrera de Efrén Vázquez en Qatar. En un oasis de alquitrán en pleno desierto, el piloto bilbaino quiso subirse al podio del mundial como si le interesara ver el paisaje.

A sus 23 años Efrén ha logrado su primer podio en el mundial de motociclismo. El va subido en una de esas pequeñas cafeteras de 125 centímetros cúbicos que corren como flechas sobre dos cuchillas de afeitar.

Hace 16 años Herri Torrontegui se bajó de un podio como el de Qatar. Hoy, sin acne, con algunos kilos de más y sus patillas de baronet escocés disfruta con Vázquez. Quienes vimos la carrera de Qatar, como Torrontegui, percibimos que Efrén tiene una buena moto, ganas de ganar y nada de miedo. Puede llegar el primero cualquier carrera. El día menos pensado. Y seguro que no mirará hacia atrás.

Rekalde, el barrio de Bilbao, o república independiente según se mire, en el que nació Vázquez es un buen lugar para venir al mundo si quieres ser piloto. En Rekalde, el suelo es de asfalto, y el cielo también. Sobre el barrio vuela una autovía de ocho carriles. Si naces en Rekalde tienes ruedas y motores hasta en las nubes. Allí no trinan los pájaros, rugen los pistones. Y si mañana cayera un neumático de lo alto sobre la plaza, no sería la primera vez.

Además, el barrio, o la república independiente, está plagado de talleres, desguaces, lavacoches, tiendas de recambios…Es más fácil tropezar con una cable de embrague que con una rama. Y si el tropezón lleva a una caída, no basta con rezar para evitar una mancha de lubricante.

Así es el cielo en Rekalde

Así es el cielo en Rekalde

Si alguien pregunta en Bilbao a un mensajero o a un pizzero de los que van sentados de costado en sus cacharros de dónde es, puede que este responda que es de Santutxu o de Zurbaran o de Arangoiti, pero lo más probable es que se sacuda la ceniza del cigarrillo y señale hacia Rekalde.

Rekalde solo tiene una calle llana. El resto son pendientes por todos los lados. Por ellas suben y bajan sin parar jóvenes en escúters, en ciclomotores, en motocicletas…en cualquier trasto con menos de tres ruedas y provisto de, al menos, un carburador. Los únicos grillos del barrio son esos ciclomotores cuyo perfume es el de la mezcla de gasolina y aceite quemados.

Efrén Vázquez ha tomado ahora una de las calles que suben hacia arriba desde Rekalde. Lo ha hecho sobre su Derbi de 125 centímetros cúbicos, un grillo con mucho músculo. Y ni siquiera él mismo es capaz todavía de adivinar hasta dónde sube esa calle. Lo único seguro es que el cielo bajo el que nació, también es de asfalto.

2 thoughts on “Efrén Vázquez, el piloto que nació donde el cielo también es de asfalto

  1. Pingback: Radio Euskadi

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *