Unas vistas increíbles

24 de abril

Amanecemos tan contentos tras nuestra primera noche en altura y nos disponemos a tirar para arriba, a ver si llegamos al Campo 2 (7.700). Es impresionante, a 1.800 metros la cima parece que se puede tocar. Es más llego a sentirme optimista.Josu subiendo al Campo 1

Sin embargo la excursión dura poco. Al asomarnos al collado norte sopla un chorro de aire helado que te convierte en estatua en segundos. Luchamos por ponernos más ropa, pero con el viento sólo conseguimos dejarnos todo a medio poner. Nos damos la vuelta rápidamente y aprendemos una nueva lección: del C.1 para arriba siempre, siempre con el mono de plumas puesto. Con el frío y la falta de oxígeno contábamos como guardianes de la cumbre, pero parece que el viento va a ser el principal obstáculo, contra él nada se puede.

Las vistas que apenas podemos disfrutar entre las lágrimas que el viento nos provoca, al otro lado del collado, espectaculares. El Pumori majestuoso.

Del tirón nos bajamos hasta el C.B.A. Por el camino nos cruzamos con Alfredo, que no aguanta el reposo y se sube a dormir, sólo y medio enfermo al C.1. No sé si hará cima o no, pero desde luego no será por falta de arrojo y voluntad.

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