El Yeste del Edén (y viceversa)

Ha sido la noticia de este fin de semana. Han jugado el Real Unión, la Real, el Baskonia Basket, el MRA Xota…Ha habido final de la Champions, Mundial de Motos, mano parejas… Bueno, tengo un amigo disléxico que lo pasa muy mal cada vez que habla del mano parejas, porque él, sin querer siempre se refiere a “mano pajeras” y, si no le conoces, puede parecerte, digamos, raro.

En fin, todo eso ha sucedido en el mundo del deporte este fin de semana, sin contar con el Giro de Italia, claro. Pero, esta servidora de ustedes no ha podido escapar del monotema. El monotema era…el culo de Yeste. Somos así de triviales las y los humanos. En una montaña de Italia hay 150 tipos que echan el bofe subiendo a pedales rampas del 15% por un camino de cabras después de haber pedaleado bajo el sol durante 240 kilómetros, y lo que nos interesa es…el culo de un futbolista.

Les juro que lo intenté. Pero no pude. El sábado por la mañana, en Bilbao, la panadera, la kioskera, la conductora del autobús, un policía municipal, un bombero de los que no se pisan la manguera, Marijaia y Gargantúa, me preguntaron si había visto el culo de Fran Yeste. No si se iba o se quedaba en el Athlétic, no sobre qué equipo creo que será el que le contrate…no, me inquirieron sobre su culo. La pregunta en concreto era ¿pero a ti te parece normal?

Y yo respondía que no. Que ese culo no era normal. Que era una pieza extraordinaria por sus proporciones, redondez, tersura y firmeza. Que yo quería un culo como ese para mí, aunque fuera sólo para un rato y que era una pena que un culo como ese no siguiera en Bilbao. Que Stark debiera haber adornado alguna columna de la Alhóndiga con ese culo, pero en grande.

Ante los rostros de extrañeza que percibí de manera continua, caí en la cuenta que no era ese el sentido de la cuestión, así que terminé respondiendo con un no, simple y seco.

Lo fuerte del asunto es que me siguieron preguntando por las nalgas del de Basauri en Eibar, en Olazagutia, donde fui de excursión, y hasta en un convento de cierto pueblecito de la Rioja donde entré a admirar su capilla barroca. Estando yo observando unos angelotes, se me acercó una monjita añeja y me susurró…hayyy, qué grande es la obra del Señor…no se si ha visto usted el culo de Yeste…

La monjita que alabó las posaderas de Fran Yeste tenía una expresión parecida a esta

La monjita que alabó las posaderas de Fran Yeste tenía una expresión parecida a esta

La foto de Yeste tomando el sol en cueros en la proa de una embarcación en Menorca ha sido como su discurso de despedida. De todas maneras ha sido una muy vasca, muy de txoko. Si se fijan ustedes no hay una sola mujer en ese barco. ¿Se imaginan un barco en el que Ronaldinho y sus amigotes estuvieran de fiesta? ¡No creo que ni un solo tío estaría hablando de si el brasileño estába o no vestido! Habría otros temas de conversación. En fin.

Después de muchísimo tiempo sin hacer declaraciones a los medios de comunicación esa foto ha sido la disertación de adiós de Fran Yeste. Muchos técnicos han dicho por lo bajinis que al futbolista de la zurda exquisita le fallaba la azotea, que parecía que pensaba con las posaderas. Ahora todo el mundo sabe por qué se le ocurrían tan hermosas jugadas.

Y perdónenme si mido a todo el mundo por el mismo trasero. Quería decir rasero.

banderin

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