El pasado domingo, el Athletic Club se enfrentó al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. En el minuto 38 del partido Perea comete un claro penalti sobre Fernando Llorente y el colegiado indica la pena máxima expulsando (injustamente) a Perea. Hasta ese momento todo correcto.
Sin embargo, tras señalizar la pena máxima llega el momento de tensión. Fernando Llorente coge el balón y Muniain va rápidamente hacia el delantero riojano con la intención de quitarle el balón ya que Llorente no es el encargado para chutar el penalti. Después, Muniain muy enfadado, desiste y es David López quien va a hablar con Fernando Llorente. López le pide el balón y Fernando Llorente no se lo da. Muniain se gira hacia el banquillo del Athletic, les hace un gesto para quejarse de la situación y nadie le dice nada. Finalmente, Llorente lanza el penalti y falla.