Racing in the raaain...!

El sábado madrugamos (relativamente) para terminar de cargar en el camión de Transportes Galarza todo lo que íbamos a necesitar en Zorrozaure: herramientas, conos, accesorios, piezas de repuesto… Para las 10:00 ya habíamos montado las carpas que nos prestó la BBK y nuestro equipo empezaba a amontonarse bajo ellas. Una vez todo estuvo en su sitio y los mas dormilones hicieron acto de presencia, empezamos con la parte técnica de la jornada. El primer paso fue equilibrar la suspensión del coche (pesando el coche con unas escalas nuevecitas que estrenamos esa misma semana) y asegurarse de que los neumáticos estaban hinchados con la presión correcta. Mientras, otro grupo armado con cintas métricas y una pila de conos “dibujó” los circuitos para la prueba de aceleración (con retorno en slalom) y la de skidpad (“ochos”).

Cuidando los detalles

Tras hacer una inspección visual del resto de sistemas del monoplaza, entraron en juego los miembros del grupo del motor, que tras una exitosa tarde del jueves en el banco de pruebas, tuvo que enfrentarse a unas condiciones atmosféricas mucho más adversas (los motores de combustión, especialmente los de prototipos en pruebas, son muy sensibles a las condiciones de presión y temperatura del aire que se les suministra). Pero el motor arrancó. Y rugió. Antes de parar para comer dió tiempo a unas cuantas series de aceleración. Lamentablemente tuvieron lugar ya bajo la lluvia. Ya lo preveíamos y mientras se hacían los primeros ajustes al motor se montaron los neumáticos de mojado (por cierto, son gomas de marca Hoosier enllantadas en llantas Braid).

Luchando contra los elementos

Tras una parada para tratar de comer, a pesar de que el viento parecía querer que pasásemos hambre, volvimos a la carga. Superando las difíciles condiciones, nuestros pilotos hicieron un muy buen trabajo (y tiempos). La cruz de la jornada la puso un fallo casi a la hora de recoger, las horribles condiciones meteorológicas y la gravilla de las cercanas obras que dejó en mal estado el firme en una esquina del circuito, se aliaron para jugarnos una mala pasada. El coche perdió tracción y una maceta terminó agrietada y nuestra “pilota” Juncal tendrá que pasar unas semanas con el pie en alto. Este percance unido al mal tiempo, que solo parecía ir a peor, nos hizo suspender la jornada del domingo.

Es de destacar la abundante representación de los medios de comunicación que se acercaron a vernos, varias cadenas de televisión, periódicos, radios… E Igor Urien junto a su familia también se pasó, aunque por problemas con los horarios no pudo probar nuestro bólido.

El frío y la lluvia eran intensos pero con el entusiasmo y la pasión que mostraron todos los miembros del equipo que pudieron acudir nos sobreponemos a todo; este vídeo es un homenaje a todo el equipo:

¡Gracias a todos!