Ha llegado septiembre, pero no hay depresión postvacacional que nos pare.
Los miembros del equipo que viajamos a Silverstone ya volvimos a Bilbao, asà como el coche y nuestro equipaje. Los dÃas posteriores a nuestro regreso fueron tiempo de recoger todas las herramientas y piezas en nuestro taller y de reflexionar sobre todo lo que aprendimos para poder seguir mejorando. Lo más importante que nos trajimos de Inglaterra fue el orgullo por el trabajo bien hecho a lo largo de todo el año, la experiencia que ganamos y el buen tiempo que pasamos disfrutando del trabajo en equipo. Si bien el jueves y el viernes de la semana de la competición pudimos manteneros informados casi al minuto de lo que iba sucediendo en el circuito, el sábado y el domingo las condiciones meteorológicas no nos permitieron andar paseando el portátil, asà que aquà tenéis un vÃdeo y un resumen de lo que sucedió ambos dÃas:
Sábado

Sin duda, neumáticos de lluvia
Habiendo superado todas las pruebas estáticas antes que nunca y tras las presentaciones del dÃa anterior, el monoplaza estaba listo para enfrentarse a las pruebas dinámicas. Por desgracia la tregua que nos habÃa dado el clima inglés los dÃas anteriores llegó a su fin durante el fin de semana. La mañana del sábado fue la peor en ese aspecto. Nos encaminamos a la cola para hacer el Skid Pad bajo una chaparrada que nos caló hasta los huesos. Esta prueba consiste en recorrer dos cÃrculos contiguos de forma que parecen un ocho. A cada circunferencia se dan dos vueltas, de las cuales la segunda es cronometrada y cada una es en un sentido. Con los tiempos de ambas vueltas se calcula el tiempo medio que es el que vale. Los pilotos fueron Jon Mikel e Iñigo Sanz. Marcamos unos buenos tiempos, incluso con toda la lluvia que caÃa y los charcos que se habÃan formado. Apenas unas décimas de segundo por detrás de los mejores equipos. La siguiente cita era con la recta del Acceleration, en la que los equipos tratan de ser los más rápidos en recorrer 100m partiendo del reposo. En esta prueba es especialmente importante el estado de la pista, ya que el agarre de los neumáticos es crucial para lograr una buena tracción. Pilotaron Borja SantamarÃa e Iñigo Jon de Echebarrieta.

Preparados para correr
Tras pasar todo el mediodÃa tratando de secarnos, la tarde nos trajo un muy bienvenido sol para poder hacer la cola para la prueba del Sprint o Autocross a gustito. Por allà se pasó el famoso juez Pat Clarke y aprovechó para darnos el oficioso premio de “coche que mejor convierte gasolina en ruido”. Lamentablemente la lluvia habÃa hecho retrasar el comienzo de la prueba, asà que sólo Borja pudo dar una vuelta, ya que teminó el tiempo oficial de la prueba antes de que el segundo piloto de muchos equipos tuviera ocasión de pilotar. Pero a algunos sà les dejaron… y se armó la marimorena. Porque todo el mundo contaba con la segunda vuelta para mejorar sus tiempos, con la pista más seca, mejores pilotos, tomando más riesgos… Al final tras las protestas de los perjudicados, la dirección de carrera decidió anular los tiempos de los segundos pilotos de los equipo que habÃan logrado dar las dos vueltas. A muchos nos hubiese gustado que se hubiese hecho un esfuerzo y estirado la hora de finalización de la jornada para que todo el mundo pudiera dar las dos vueltas, no se te queda buen cuerpo si a las seis de la tarde en julio te dicen que el dÃa se ha acabado.
Ya sólo quedó sacar la foto de grupo de rigor en la propia pista del circuito e irnos a descansar para la jornada reina.
Domingo

Endurance
Con el resultado conseguido en el Sprint, nos tocó salir en el Endurance hacia la mitad del evento. Esta prueba de resistencia consiste en dar 22 vueltas al circuito, haciendo un cambio de piloto a la mitad, es decir, dando cada piloto 11 vueltas. Tras pasar por la gasolinera para repostar y medir el combustible (cosa que, con otra medida al final de la prueba, sirve para calcular el consumo de cada coche, que también puntúa), nuestros dos pilotos, Jon Mikel Sanabria e Iñigo Sanz, se encaminaron hacia la salida. El primero en cojer el coche fue Jon Mikel. A pesar de los nervios, el comienzo fue esperanzador, el motor rugÃa y por primera vez estábamos rebosantes de confianza en nuestra fiabilidad. Pero. Siempre hay un pero. A las pocas vueltas el coche empezó a avanzar a una velocidad inusitadamente lenta. Las más variadas teorÃas no tardaron en aparecer entre el equipo que hasta ese momento disfrutaba de la carrera desde la grada. Que si un palier roto, o la admisión rajada, o una marcha larga atascada, o frenos bloqueados, o… Tras un par de adelantamientos, se vio que la situación no era sostenible, y sin haber completado las primeras 11  vueltas, se decidió parar y pasar a evaluar la causa de tan triste actuación.
Resultó que todas las teorÃa del graderÃo resultaron erróneas. El fallo estaba en las piezas que nadie pensaba que podÃa fallar, los bujes. El diseño era sólido, pero después nos enteramos de que la fabricación no se habÃa ajustado al mismo.
Un final un tanto frustrante para esta aventura, pero que no nos desanimó para celebrar esa noche todo lo positivo que nos habÃa aportado la experiencia.
Esta semana ya volvemos todos al trabajo, aprovechando que las clases no se reanudan hasta la semana que viene para preparar todo lo que podamos de la próxima parada en esta temporada: el circuito de Montmeló.
PS: Los que no han perdido ni un dÃa de curro en verano han sido los encargados del nuevo coche eléctrico, que en cuestión de semanas empezará a rodar… Para muestra, un botón: una imagen de uno de los motores Agni con doble variador funcionando:

Pruebas variador 1