Archivo de la etiqueta: Aguirre

El mensaje dentro de la Botella es una factura

El Athletic aún sufre los daños colaterales de la última final de Copa. Ana Botella, ese mito erótico de los sadomasoquistas más conservadores, amaga con pasar una factura a los de Ibaigane por los presuntos desperfectos causados por la afición rojiblanca en Madrid, o con ejecutar el aval de 100.000 euros que el consistorio del foro pidió a los bilbaínos por instalar la Athletic Hiria.

Una presunta factura de 100.000 eurillos

Unos medios de comunicación afirman que la factura ya ha sido tramitada y otros que en Ibaigane no han recibido nada. Esta incertidumbre es cualquier cosa menos rara, resulta habitual estas últimas semanas en cualquier tema que haga referencia a los leones. Si se empezara a difundir ahora que un meteorito ha hundido el arco de San Mamés, el rumor podría crecer hasta bien entrada la tarde de mañana, al no poder desmentirlo el propio arco. Pero este es otro tema.

El ama Botella, según Asier&Javier (Deia)

El ama Botella, según Asier&Javier (Deia)

La alcaldesa de Madrid, la sexisadie madroñera, quiere vengar las afrentas sufridas por el Estado y sus símbolos en el Calderón por los fendetestas allí reunidos. Ya que su compañera de números eróticopolíticos, la señá Espe, no pudo evitar la terrible lanzada y el deshonor con la suspensión del partido, el ama Botella ha tomado la fusta en la mano y sí, ella sí que puede. No le basta con que Iraizoz tuviera que recoger tres balones de sus mallas, las mallas de Iraizoz no las del ama Botella, porque, caramba, esos balones significaron el triunfo de los otros fendetestas, los fendentestas azulgranas…

Quiá, para el ama Botella, acostumbrada a domar aznares, lo del Athletic es un juego de niños: tirará de ordenanza municipal.

Celebrar una Liga del Madrid en Bilbao

Las ordenanzas municipales del 99% de las ciudades de este país parecen escritas por neuróticos perfeccionistas rayanos con lo obsesivo-compulsivo. Por eso se aplican a medias. O a nulas. Estoy segura que si el ama Botella aplicara las ordenanzas a rajatabla a la Federación de Fútbol le caería una multa millonaria por infringir la normativa del ruido al enchufar la megafonía a cientos de miles de watios. O por la cumulación de residuos en el entorno del Calderón, incluidos los zurullos de los caballos de los policías montados. Pero el ama Botella ha tenido la tentación de agarrarse a la letra pequeña para sacarle unos miles de euros a Ibaigane por las basuras acumuladas en el entorno de la Athletic Hiria. Y, de paso, dar ejemplo. Porque lo que realmente le gustaría al ama Botella no es que los rojiblancos hubieran recogido esos envases de plástico y similares, sino que hubieran recogido los silbidos y los cánticos. A lo mejor hasta hubiera satisfecho al ama Botella que se hubieran comportado como energúmenos en el campo. Pero lo primeros es imposible y lo segundo no ocurrió.

Así que resta la pataleta de la letra pequeña. Y olvidar la basura que se amontonó en Madrid con motivo de la celebración del campeonato de liga por parte del Real Madrid. La próxima que ganen los merengues dan ganas de organizar un fiestón en Bilbao, sólo por pasarle la factura de los desperfectos a Florentino. Lo que nos íbamos a reír. Qué narices, y más gorda si se llevan la décima champions.

¿Eh, que no?

Aguirre, o la cólera antisilbante de Dios

Espe Aguirre, igual que aquel Lope de Aguirre, ha vuelto a expresar la cólera de Dios.

Esta vez ha elevado el silbido a la categoría de arma delictiva. Nos encontramos ante la catalogación de la música de viento como instrumento ofensivo. Estamos en la antesala de que la Guardia Civil pueda decirle a un propio: “Bien, bien ¿con que sabe usted silbar, eh? Acompáñeme al cuartelillo, pedazo de subversivo”.

Quizá en breve se puede leer en los oficios judiciales algo así “levantándose el peligroso elemento antisistema y agrediendo a los presentes con un silbido agudo con el que entonaba el himno de Riego, lo que produjo fuertes alergias entre el personal más sensible e incluso desvanecimientos entre las señoras”.

La señá Espe, según Asier y Javier (En Deia)

La señá Espe, según Asier y Javier (En Deia)

Porque, si, es cierto lo que les han comentado en el bar, la tasca o el consejo de grandes accionistas de Bankia: la presidenta de Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sugerido que se suspenda la final de Copa del Rey de Fútbol en caso de que el himno o el príncipe Felipe sean silbados en el Vicente Calderón.

Así, a bote pronto, lo primero que ha logrado la señá Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma es que también le silben a ella si asoma en el palco. Aunque asome por equivocación.

El general Ísimo
Vaya por delante que esta servidora de ustedes no está a favor de la silbada. En el partido de fútbol que sea, disfruto más estando a favor que mostrándome en contra. Y pienso que la mayor parte del personal opina lo mismo. También creo que había muchos más motivos para silbarle a aquél, cómo se llamaba, si hombre, Paquito Ísimo, el que entregaba la Copa del General Ísimo. Pero no había demasiados silbidos. Lo que evidencia que se trataba de una dictadura. Lo mismo que los silbidos públicos de ahora, al Rey, al himno, o a Hommer Simpsom, son una clara muestra de que vivimos en democracia.

Esta es la parte que a Esperanza Fuencisla se le ha atragantado ligeramente. Hubiera hecho mejor poniéndose unos calcetines rosas con unas sandalias verdes y diciendo otra cosa. Con sus palabras ha elevado la silbada a protesta general. Ha dado a los pitidos categoría de guerrilla sonora, porque ella misma cree que es tal. Y lo gordo es que quienes quieran disimular en la grada tampoco van a poder hacer lo propio del disimulo: o sea, mirar hacia otro lado…y silbar.

Por cierto, los juzgados han terminado aprobando para el mismo día de la final de copa, y en Madrid, la celebración de un acto contradictorio en los términos: una marcha de la falange. Cierto, nada hay menos marchoso que la falange, pero qué le vamos a hacer.
Siguiendo la teoría de la señá Esperanza, si se juntaran unos cuantos en la calle y silbaran al paso de la marcha de la falange…habría que suspenderla o celebrarla a puerta cerrada ¿no?. Pues eso.

Bueno, iré al Calderón. Y silbaré nada, salvó que pase por delante de mí George Clooney. Pero ¿dónde hay que ir a silbar a la señá Esperanza para que espabile? Silbar flojito, digo, como disimulando.