Aunque deje al central valencianista, David Navarro, a la altura de una novicia de las carmelitas descalzas, quizá esta sea la única vía por la que los profesionales del Rayo Vallecano puedan lograr que Ruiz Mateos les pague los sueldos. Me refiero a lo que a partir de este momento denominaré la “Doctrina Rodríguez”.

Este Rodríguez es un futbolista del Peñarol de Montevideo, histórico club del balompié mundial. El Peñarol se cruzó con el Liga de Quito esta semana en la Copa Libertadores. Pasada la hora de partido, Rodríguez cayó al suelo junto a Barcos, del Liga de Quito, y ahí, el uruguayo improvisó. Rodríguez rodó, pero en la televisión se aprecia con claridad que, mientras rodaba, su mano derecha se desliza en la entrepierna del ecuatoriano, con disimulo, a la búsqueda del premio. Una vez localizado el bulto, Rodríguez lo sujeta con firmeza y pasa a apretarlo con vigor. Es un apretón como de cascar nueces. Intenso y rápido. Luego, Rodríguez retira su brazo, rueda de nuevo, y se agarra la tibia con cara de dolor. Nadie, salvo la televisión, ha visto nada.

El pobre Barcos, el del Liga de Quito, no sabemos si podrá ligar estos días o si andará Quito. Tras la estrujada el hombre se retorció exactamente como si le hubiera pasado lo que le ocurrió. Pero nadie le creyó. El árbitro no se enteró. Y Rodríguez se levantó tranquilamente para regresar a su zona de defensa.

El círculo rojo no es, aunque pueda parecerlo, un efecto infográfico para llamar la atención sobre la zona castigada, sino la primera manifestación de la alergia que produjo en Barcos el apretón de Rodríguez

Ya saben ustedes que los futbolistas suelen recurrir en sucesos de este estilo al tópico de “lo que pasa en el campo, pasa en el campo y ya está”. En este caso ignoramos si será igual o si Barcos está mandando sms y correos electrónicos inflamados de amor al duro Rodríguez. O quizá suceda al revés y Rodríguez se haya encandilado de lo que encontró en el interior de Barcos.

En cualquier caso esta servidora de ustedes está convencida de que si los del Rayo quieren cobrar, debieran presentarse en casa de los Ruiz Mateos y aplicar la “Doctrina Rodríguez”. Creo que también es válida para su uso por parte de los árbitros ante jugadores y directivos faltones. Y en otras coyunturas.

Eh! Y si les da a ustedes por usar la “Doctrina Rodríguez”, escriban un comentario y cuéntenlo.