El derbi con menos expectación de la historia de los derbis certificó que en león flaco todo son pulgas.
Como termómetro de la expectación baste decir que había localidades enteras de Euskadi en cuyos bares no había porras sobre el derbi pero si se producía cruce de apuestas sobre…la Ryder Cup. En esas estamos oigan. Que había señores a los que preguntabas ¿qué tal el partido? Y te respondían “Para mí que Noruega tiene ahora muchísimo mejor equipo de curling que Finlandia”. O sea que ¿para qué incidir más? Sería bueno que alguien o alguienes se cuestionaran sobre qué carajo ha sucedido este año con el partido…de fútbol…más esperado de la Liga por estos lares.
El Athletic de esta temporada según Asier, en DEIA
El encuentro en sí, como les apuntaba antes, certificó que en león flaco todo son pulgas. Aunque en este caso aún no está claro si las pulgas adelgazan al león o si al estar flaco, vienen las pulgas. En cualquier caso, el bicho está flaco y cada día tiene más pulgas. Fuera la presión del equipo txuriurdin, el acierto de Montanier o el mejor estado general de la Real, la cosa es que los de casa siempre dieron la sensación de tener el encuentro más cerca de su casillero. Los realistas estaban distribuídos de forma razonable sobre el césped, mordían en los balones divididos y exhibieron cierta solidez defensiva.
También malas pulgas
Mientras, el Athletic sacó lo más florido de su muestrario de pulgas ante el público de Anoeta. Y esta lo agradeció con fruición. Las pulgas del león hicieron sus famosos números del salto del triciclo, el meneo de la caja de cerillas y otros típicos del prestigioso circo de las pulgas. La afición donostiarra terminó pidiendo la Concha de Oro para el despliegue pulguil.
Esas eran las pulgas del circo, porque las otras, las malas pulgas, las concentra todas Fernando Amorebieta. Volvió a ser expulsado. Ya es el futbolista del Athletic que más tarjetas rojas ha visto en toda la historia. La directiva podría darle una tarjeta de rubíes o algo así, todo en una metopa grabada, en plan conmemorativo, ya me entienden. En lo que al juego se refiere, hablo del fútbol, los de Bielsa estuvieron de Expediente X. Raritos.
Bielsa ante la nueva temporada. Asier, en DEIA
Llevan unos partidos como si quisieran hacer bordados de bolillos pero se les hubiera olvidado tejer con punto bobo. Como si se metieran a hacer un trasplante pero no supieran poner una tirita. Y todo dejando entrever un estado de ánimo entre frenético y depresivo. Tiran una pared de tacón y luego pierden una pelota fácil en un pase de tres metros, lanzan una combinación centelleante en el área contraria pero dejan una pelota tonta y flotante en la frontal de su propia portería, se repliegan a la velocidad de la luz pero demasiados…o demasiado pocos.
Más pulgas para el león
En el derbi les salvó de la debacle el futbolista más vilipendiado de las últimas jornadas después de Llorente (Cristiano Ronaldo no cuenta porque es el del Real Madrid): Gorka Iraizoz. Si Bielsa no es capaz de fumigar las pulgas del león, puede que para navidades el animalito haya olvidado rugir y sólo tosa como un gato tísico. De momento, este mismo lunes cayó otro saco de de pulgas sobre Lezama en forma de desencuentro en el entrenamiento. Por suerte, no había aficionados txuriurdines para jalear el espectáculo como en Anoeta el sábado.
Y, bueno, pfuuuu, leñe, qué picor! Creo que me he traído algunas pulgas de Lezama. Voy a ver. Les dejo.
