La situación económica del Ayuntamiento de Tudela ha mejorado en los últimos años, aunque el volumen de deuda, unos 41 millones de euros, y la existencia de remanente de tesorería negativo limitan la capacidad de actuación del consistorio.
Así lo afirma la Cámara de Comptos en el informe que ha realizado sobre las cuentas de 2012 del consistorio de la capital de La Ribera, en el que se advierte que Tudela no puede afrontar nuevas inversiones salvo que estén financiadas en su totalidad.
A finales de 2012, la deuda ascendía a 41 millones frente a los 43 del ejercicio anterior, todavía por encima del tope legal del 110 por ciento de los ingresos corrientes, mientras que existe un remanente de tesorería para gastos generales negativo de 6,7 millones.
El Ayuntamiento de Tudela, que cuenta con un organismo autónomo (Junta Municipal de Aguas) y una entidad pública empresarial (Centro Cultural Castel Ruiz), gastó el año pasado 34,1 millones e ingresó 35,7 millones.
Los principales gastos corresponden a personal (15,2 millones), gastos en bienes corrientes y servicios (13,1 millones) e inversiones (1,8 millones), con lo que presenta un superávit de algo más de un millón.
Respecto al año anterior, el ayuntamiento gastó un 15 por ciento menos, sobre todo por la bajada de las inversiones, mientras que los ingresos solo disminuyeron el 1 por ciento, ya que, aunque ha habido menos transferencias corrientes y de capital, ha recaudado más vía impuestos.
La Cámara de Comptos destaca que el Ayuntamiento refleja la imagen fiel de la liquidación de gastos e ingresos, la situación patrimonial y los resultados de sus operaciones, salvo la no cuantificación de las obligaciones del montepío propio de pensiones, en el que no se afilia personal desde hace veinte años.
El informe hace un análisis sobre la evolución de la situación económica del Ayuntamiento en el periodo 2006-2012, en el que se refleja un incremento de gastos hasta 2009, a partir del cual se produce un considerable descenso, hasta el punto de que el año pasado gastó menos que en 2006.
La reducción del gasto se produce fundamentalmente por la radical reducción de inversiones, mientras que los ingresos han tenido un continuo crecimiento por los impuestos directos y una disminución de los indirectos.