El Ayuntamiento de Tudela ha mostrado hoy “preocupación” por el aumento de robos de cables de tierra de protección del alumbrado público, unos robos que afectan no solo a los polígonos industriales ya que también se sustraen de calles céntricas de la ciudad.
Durante el pasado año se produjeron robos en diversas calles de la capital ribera, según informa el Consistorio en un comunicado en el que apunta que este año han vuelto a producirse de “manera alarmante”, ya que esos cables son los que “garantizan la seguridad del sistema y hacen de las farolas instalaciones sin riesgo”.
El cable de toma a tierra se emplea en instalaciones eléctricas para llevar a tierra cualquier derivación indebida de la corriente a los elementos que puedan estar en contacto con los usuarios, para evitarles el paso de dicha corriente.
En el caso del alumbrado público se coloca bajo el pavimento sobre el que las farolas están instaladas, y queda registrable en las arquetas que acompañan la instalación de las mismas.
En este sentido el Consistorio subraya que la desaparición de esta línea eléctrica, que conduce a tierra las fugas eléctricas que se pueden producir durante el funcionamiento de las farolas, deja desprovista de las medidas de seguridad necesaria y obligatoria a la instalación.
En segundo lugar, por la dificultad de localizar los puntos donde han sustraído ese cable, “ya que aparentemente no hay indicios del robo y sólo se ve en las revisiones que periódicamente realiza la empresa adjudicataria del servicio”.
Por último, el detrimento económico que el robo de este cable supone. En 2014 supuso un gasto de 40.000 euros (importe del material sin IVA y mano de obra). El último robo, detectado ayer, se ha cuantificado en unos 19.000 euros de coste por el cable, a lo que habría que añadir el gasto de personal que se debe emplear en la reparación del mismo.