La Asociación Cultural Argia Ikastola Kultur Elkartea organiza este año también un pasacalle por el centro de Tudela en honor a Santa Águeda. Según informa la ikastola en una nota, el recorrido comenzará el próximo sábado, víspera de Santa Águeda, a las 19:30 horas, en la Plaza Nueva, donde cantarán la primera copla.
Después se desplazarán a Carrera para realizar una primera parada, tras lo cual pasarán por la Plaza Nueva, Concarera y San Jaime, para volver parar en Carnicerías. Tras esta segunda parada harán camino a través de Leache hasta Mercadal, donde realizarán la tercera para en el trayecto.
Para terminar el pasacalle pasará por Serralta para llegar a la Peña Beterri, realizar la última parada y merendar.
Argia Ikastola empezó a celebrar la víspera de Santa Águeda sobre el año1989, saliendo a la calle con un pequeño grupo de familias y profesores. Desde entonces han mantenido la tradición. Este año, saldrán a cantar las coplas de Santa Águeda acompañados del coro Tutera Kantuz, gaiteros y txistularis de Tudela.
Saldrán vestidos con el traje de caseros. Llevarán también unos palos largos o makilas con los que golpearán el suelo. Esos golpes simbolizan la llegada lenta, pero segura de la primavera: los palos nos ayudan a despertar la Madre Tierra del solsticio de invierno.
Historia de Santa Águeda
Santa Águeda es una de las primeras vírgenes mártires occidentales. Nació en Sicilia (Italia) en el siglo III. Dicen que fue una joven de una familia distinguida y de singular belleza.
En esa época el senador Quintianus intentó conquistarle, pero fue rechazado. En venganza, y aprovechando las persecuciones contra los cristianos, ordenó que le torturaran, le cortarán los senos y que los arrojaran sobre carbones al rojo vivo en la ciudad de Catania, Sicilia.
Según cuentan, un año después de su muerte hizo erupción el volcán Etna y los pobladores de Catania pidieron su intervención logrando detener la lava a las puertas de la ciudad. Lógicamente, desde entonces es patrona de esta ciudad, de los alrededores del volcán y es invocada para prevenir los daños del fuego.
También se recurre a ella con los males de los pechos, partos difíciles y problemas con la lactancia. Aquí en general se le considera protectora de las mujeres y se le atribuye una faceta sanadora. Además hay que decir que es la patrona de las enfermeras. La devoción a Santa Águeda nos llega en el siglo XIV a través del camino de Santiago.