Vascos en el mundo

Disco duro-duro de mucha capacidad

                    

Mikel Ezkerro es memoria vasca de Argentina. Es memoria vasca, tout court. Es la memoria. Recientemente, recurrí a él para que me ayudara a completar un dato sobre los que desde América financiaron la Vasconia de Federico Krutwig. Y lo sabía. Y se trataba de algo que pasó a primeros de los sesenta.

Le pregunté otro día sobre un sacerdote alavés de apellido Gamarra, tío de un amigo mío: y sabía quién era y que era amigo de Irujo y que era hermano de.. El P. Gamarra en cuestión, porque había otros hermanos suyos curas y frailes también, murió antes de los setenta.

  

A Mikel le puedes preguntar sobre lo que sea, divino, humano, político y militar, que tenga que ver con lo vasco en cualquier lugar del mundo. Mikel es un peligro para improvisadores e imprecisos. Hace un año me llevó la FEVA de “bolos” por una decena de centros vascos de la provincia de Buenos Aires, a conferencia por día.

Haciendo verdad la definición sajona del periodista –un mar de conocimientos, de una pulgada de profundidad-, iba yo saliendo del paso con cierta dignidad. En una de ellas –en La Plata creo que fue: él, seguro que lo recuerda con toda exactitud- aparecieron Mikel y sus amigos, y me dije, y les dije: esto se avisa.

Para colmo de preocupación, me había dejado el esquema preparado para la ocasión encima del escritorio de mi habitación de hotel en Buenos Aires capital. Como además de capaz es amable, me dijo luego que había estado bien todo lo que dije.

Tenerle a Mikel como blogger es un peligro, y un lujo. Un peligro para desmemoriados y mentirosos, un lujo para nosotros, sus lectores. Mikel está recién jubilado y recién estrenado como abuelo: si antes ya era prolífico, en esta etapa de su vida y circunstancias seguro que se va a superar. Nos lo hemos encontrado en el mejor momento. Léanle, pregúntenle, no se corten, que es además un tipo tremendamente sencillo y cortés.