Vascos en el mundo

Lunes de resaca, guayabo y ratón futboleros

No son buenos tiempos para los aficionados del Athletic y de la Real, y peores todavía para los del Alavés, que pasaron de sus momentos más gloriosos a los más decepcionantes casi sin darse cuenta. Siguen siendo buenos tiempos eso sí para el Osasuna, el más saludable de nuestros equipos de fútbol de primera, el único que lleva su vasqueidad incorporada.

Son muchos ya los que dan por supuesto que a la Real no hay Lotina que le salve, y que el Athletic lo va a pasar fatal, aunque es probable que salve la categoría, que siga en la Primera, donde siempre habitó. No se conforman con esto sus hinchas. No nació nuestro equipo con vocación de permanencia. No se corresponde a nuestro pasado ni a nuestras aspiraciones. Dicen.

  

Hay una gracieta, que no chiste cruel que se pregunta por el único título que tiene la Real que no tiene el Athletic: el de campeón de segunda. Tampoco los realistas se libran de tener este tipo de “aficionados”, de aficionados a molestar el vecino. Esto de molestar al vecino y de molestarse con él es universal. Nadie tiene pleitos con el de las antípodas. Los problemas siempre son de vecindad.

¿Cómo salir de esta mala racha, porque racha es ya? ¿Cómo hacer para que nuestros equipos enderecen rumbo y metas? Busquemos oriundos entre los descendientes de vascos en América, dicen algunos, y así mantener el espíritu del Athletic, que sólo quiere gentes de la “casa”. La Real -aclaración innecesaria en la mayoría de los casos- hace tiempo que incursionó por la contratación de futbolistas extranjeros, y le sirvió sólo durante un tiempo, porque los extranjeros buenos van a los clubes buenos, es decir, a los ricos.

Al Tau Baskonia, uno de los mejores del basquet europeo hoy, le fue bien ojeando muchachos jóvenes en Argentina. Le fue bien trayéndolos y formándolos integralmente en Vitoria-Gasteiz, y bien les fue también a los jugadores, como demuestran las buenas relaciones que se mantienen entre ellos incluso cuando ya no pertenecen al club.

¿Tendrían que aplicar una política parecida los ojeadores de nuestro fútbol? Que ojeen, que ojeen entre los jóvenes del Cono Sur, que encontrarles luego un-a antepasado-a vasco-a no presentará ninguna dificultad. En este momento, en el fútbol profesional español tenemos a los Garay, Arruabarrena, Higuain y bastantes más, si les miráramos los otros apellidos.

Y tenemos al “vasco” Aguirre Onaindia, que, manda narices, es vasco por mexicano, que es el hijo de una ex vecina mía de Saraspe (Gernika), primo de un compañero de trabajo (Iurreta), sobrino de Xeferiño y del Divino, y un poco pariente también de Mario Onaindia. Pero, bueno, esto merecería un comentario aparte. Ahora, lo urgente es cómo salimos de esta racha que nos amarga los lunes.

Por cierto, en euskera vizcaino, a la resaca -a lo que también se le conoce en América como guayabo, curda, ratón, chuchaque, goma, cruda, bajada, empedo- se le llama astelehena, o sea, lunes, aunque para los guerniquese siempre había sido el lunes el día más grande. Otros le llaman a esto biharamuna (bixamona), ajea, aitzurra… Que alguien le ponga remedio a estos lunes, antes de que se conviertan en depresión post parida dominical colectiva.