¿Sabes cómo nos llaman en la vecindad?: ¡los vascos!

Un día, recién llegados de Caracas, hace treinta años más o menos, me dijo mi mujer: “¿Sabes cómo nos llaman en la vecindad?”. “¿Americanos?”, le respondí, porque así era como les llamábamos en Gernika a los que nos llegaban, y nos llegaban muchos afortunadamente, de Estados Unidos, Venezuela, Argentina, República Dominicana, Chile, Perú, Canadá…., y también de Australia.

Estos sí, eran australianos, pero los demás eran amerikanuek. Americanos salidos de Gernika, de Ea, de Nabarniz, de Oma, de Busturia, de Belendiz, de Ajangiz…. Ahora que digo Ajangiz me siento en la necesidad de aclarar que no se les llamaba americanos a los curas, frailes y monjas que venían de América, de Latino América, en busca de dinero y vocaciones, que eran un montón en aquellos cincuenta y sesenta del siglo pasado.

  

Pues no, a nosotros, recién llegados de Las Mercedes de Caracas y su Centro Vasco, en el que mi mujer se inició en el euskera, en cuya ikastola Euzkadi-Venezuela aprendieron nuestros hijos a leer, escribir y nadar – la jornada escolar de aquellos más de cien niños comenzaba con la izada de la ikurriña y le bandera de Venezuela, con el canto de los himnos de ambos países -, no éramos los americanos, ¡éramos “los vascos”!, porque nos relacionábamos entre nosotros en euskera.

Aclaro que no vivíamos en Gernika. Vivíamos en Las Arenas, en una urbanización recién inaugurada a la que se fueron a vivir matrimonios jóvenes de la zona con algunos posibles, y algunos veteranos que no podían mantener el tren de vida de cuando el servicio se conformaba con casi nada.

Yo podía estar advertido, porque ya sabía que en el embarcadero de Las Arenas, por ejemplo, hablaban euskera por aquellos cincuenta y sesenta del siglo pasado mi abuelo Badiola y sus amigos Sixto e Ituarte, además de alguna cocinera de los haundikis del muelle que se dejaba ver de vez en cuando. Yo podía estar advertido, pero mi mujer, americana auténtica, no. Me tocó explicar unas cuantas cosas.

Me dicen que ahora, casi treinta años después, en esa urbanización ya hay unas cuantas familias que mandan a sus hijos a ikastolas. Unas pocas. Los otros-as los-las mandan al opus, a las monjas, a los agustinos, al alemán, al britihs…, que es a donde fueron ellos y que están menos politizados.

 

0 pensamientos sobre “¿Sabes cómo nos llaman en la vecindad?: ¡los vascos!

  1. Iturralde

    A la burguesía vasca nunca le interesó el euskera: eso estaba bien para la aña seca, la cocinera, el jardinero… El euskera no tenía -¿tiene ahora?- prestigio social.

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