Prepararse ante las críticas

Ante todo, espero no perder el norte y no decir alguna estupidez supina en este blog por la que me critiquen hasta la saciedad. Llevamos un par de semanas “en el aire” –supongo que es más acertado decir en el ciberespacio- y mis artículos han recibido ya todo tipo de comentarios, la mayoría positivos. Alguno ha sido incluso reproducido en Menéame, que a su vez, está abierto a las opiniones de los lectores.

  

Pero como dice mi amigo Mikel Amigot, quien un buen día cogió a su familia y sus bártulos y y se vino a vivir a Estados Unidos, y que cuenta con una dilatada experiencia en esto de Internet, ya me puedo ir preparando -ya nos podemos ir preparando: José Félix Azurmendi, Mikel Ezkerro, Iñaki Aramayo y los que vengan- para recibir críticas de todo tipo, también destructivas y malintencionadas, muchas de las cuales poco o nada tendrán que ver con el contenido de los postings.

 

 
A unos porque les caemos mal, a otros porque no les gusta nuestra cara o porque puede que nos la tengan jurada desde hace tiempo o porque les hayamos hecho alguna faena en el pasado, el caso es que es muy fácil ampararse en el anonimato que ofrecen los blogs para criticar o malinterpretar a diestra y siniestra. Yo solamente les pido que sean justos y no digan nada que no se atreverían a decirle a uno a la cara; discrepar es sano, justo y necesario; insultar es de mal gusto.
 
Tengo un amigo al que le cuesta muchísimo disculparse, es como si la palabra perdón no estuviese en su vocabulario. A mi no me cuesta nada hacerlo cuando me equivoco en mis opiniones o juicios de valor. En mi vida profesional procuro no contar nada, o dejarlo escrito, que no haya sido contrastado y aún así, a veces, nos equivocamos. En las tertulias de la radio de Graffiti, más de una vez he dicho alguna cosa de la que me he arrepentido poco después. El tono es casi siempre distendido y el oyente es cómplice de nuestras historias y nuestros guiños y sabe que no está escuchando un informativo.

 

El viernes pasado, sin ir más lejos, hablé de los que ocupan un asiento y medio en el metro de Nueva York debido al enorme tamaño de sus genitales (hombres generalmente) auqnue no es precisamente esa la palabra que utilicé. Obviamente el comentario se refería a la poca educación de algunos cuando utilizan el transporte público. Las carcajadas de mis compañeros me hicieron ver que me había pasado pero ya era tarde para recular. Desconozco si aguien llamó al teléfono del oyente para quejarse por la ordinariez aunque lo dudo.

Un blog, este blog, es, como todos los demás, una amalgama de opiniones personales que, como tales, pueden gustar más o menos y con las que podemos estar más o menos de acuerdo. Un blog no tiene ningún sentido si no se lee. Por tanto, los comentarios y las opiniones de sus lectores son parte fundamental de la experiencia y son por tanto bienvenidos. Es una especie de teléfono del oyente pero a lo bestia.
 
Y conste que no escribo este artículo como respuesta a una opinión o a un comentario sobrado o que me haya molestado sino como un ejercicio de humildad y para prepararme ante lo que venga.

Un amigo mío me escribe desde Tafalla para decirme que ya no le escribo y que se entera de mis andanzas gracias a este blog. Me alegra de que tenga alguna utilidad.

0 pensamientos sobre “Prepararse ante las críticas

  1. itziar a. New Jersey

    pues una vez que dais la oportunidad al lector o oyente depende del caso,a opinar acerca del tema ya sabes que estas dispuesto-a a recibir todo tipo de criticas.Mi parecer es que aunque duelan algunas uno es como es y mientras la direccion del topico sea fundamentado y con intencion de informar e instruir siempre uno aprende de ella sea posotiva o no.
    lo que si veo es que tambien hay quien por el hecho de destruir algo (molestando)sea como este blog por les molesta que se hable y opine l-i-b-r-e-m-e-n-t-e,diran lo que sea por desacreditar.Pero como hay un dicho en CASTELLANO-a palabras necias oidos sordos.En este caso del lector _si te veo no te veo!

Deja un comentario


A %d blogueros les gusta esto:

Confianza online