Vascos en el mundo

“Vagina, vagina, vagina, vagina”

Quienes me conocen bien saben que no soy muy dado a utilizar con frecuencia la palabra con la que he titulado el posting, ni su acepción mucho más vulgar. Y que ninguna mujer se sienta ofendida, mucho menos cuando acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer, pero no puedo dejar de contar lo que ha ocurrido en un instituto de la localidad de Cross River, a unos 80 kilómetros al norte de New York City (léase con acento de Brooklyn).

  

Tres chicas de 16 años del instituto de enseñanza media John Jay fueron suspendidas por desobedecer a sus profesores y utilizar la palabra "vagina" durante una representación de la reconocida obra feminista "Monólogos de la vagina". Las chicas aseguran que no pretendieron desafiar al centro escolar y que su intención fue sencillamente reivindicar la palabra de marras. “Creemos en la palabra vagina, no es una palabra grosera y por lo tanto no debe ser censurada”, dijo Megan Reback, una de las estudiantes suspendidas con un día sin poder acercarse al instituto.

Las jóvenes recibieron el apoyo de Eve Ensler, autora de "Monólogos de la vagina" quien llamó las llamó para expresar su apoyo y ha ofrecido visitar la escuela para hablar sobre el tema.

El director del centro, Rich Leprine, dijo en un comunicado que el castigo no se impuso por usar la palabra "vagina" sino por insubordinación, ya que las chicas la utilizaron a pesar de que "había niños entre la audiencia".

Ciertamente no es la primera vez que un centro escolar, instituto o Universidad, prohibe la representación de "Monólogos de la vagina", una obra de teatro que triunfó en Nueva York (en el “Off Off New York”). Hace unas pocas semanas, la escritora y bibliotecaria de Los Angeles Susan Patron, autora del libro para niños ‘The Higher Power of Lucky’, saltó a las páginas de los periódicos de todo el país porque en la primera página del libro utilizó la palabra “escroto”. Un niño de 10 años huérfano llamado Lucky Trimble, oye la palabreja a través de un agujero en la pared. Un personaje le dice a otro que una serpiente picó a su perro Roy en el escroto. Eso fue suficiente para que las bibliotecas de muchos centros escolares de todo Estados Unidos retiraran el libro de sus estanterías, y ello a pesar de que Patron obtuvo este año la “Medalla Newbery”, un prestigioso premio de literatura infantil.

Tanto el director del instituto de Cross River como las y los bibliotecarios que han retirado el libro, alegan que no se trata de censura, pero es curioso que a todos les haya molestado la utilización de dos palabras “políticamente correctas” y que describen dos partes de la anatomía de la mujer en un caso y del hombre en el otro.

Según el diccionario de la Real Academia la “vagina” es el “conducto membranoso y fibroso que en las hembras de los mamíferos se extiende desde la vulva hasta la matriz”.

El diccionario define el “escroto” como la “bolsa formada por la piel que cubre los testículos de los mamíferos y de las membranas que los envuelven”.

También podía haber titulado el posting “escroto, escroto, escroto” pero aparte de que es más difícil de pronunciar todo seguido, en Euskadi la palabreja perdió gran parte de su significado cuando un chaval de Iruña, Marco Antonio Sanz de Acedo, que tocaba primero en "Tijuana in Blue" y más tarde en "Kojón Prieto y los Huajolotes", decidió hacerse llamar “El escroto”. Además sabía que si lo titulaba como lo he titulado, llamaría más la atención, ¡qué coño!.

Me voy a dormir, que es tarde.