Jose Luis Azumendi Madinabeitia, un gran vasco (1ª parte)

Cuando se habla de un gran amigo se corre el riesgo de perder la objetividad. Haré cuanto esté a mi alcance para ser lo más objetivo posible. Se llamaba José Luis Azumendi Madinabietia y había nacido en Bilbao en 1911. Su padre, Cornelio Azumendi, nacido en Lekeitio fue uno de los primeros seguidores de Sabino de Arana Goiri y figura en una fotografía tomada en una comida de los primeros "bizkaitarras", a fines del siglo XIX.

Era el más pequeño de tres hermanos, todos varones. Educados en un ambiente muy religioso, sus dos hermanos mayores fueron sacerdotes, el mayor en la Orden Claretiana, fue misionero durante muchos años en El Paso (Texas) en la frontera entre Estados y México. Nacionalista vasco, lo conocí en la década del 60 a raíz de un viaje que hizo a Argentina a visitar a José Luis.

  

El segundo, se ordenó de fraile capuchino y estaba residiendo en Madrid cuando se inició la guerra incivil. Ideológicamente carlista, vivió momentos difíciles y como tantos otros religiosos que vivían en la capital del Estado obtuvo protección y salvó su vida, como lo reconocería públicamente, gracias a la ingente labor humanitaria que Don Manuel de Irujo desarrolló durante su gestión como Ministro de Justicia de la República Española.

José Luis también se inició en la carrera eclesiástica, fue novicio en el Colegio Seráfico de El Pardo (afueras de Madrid) y tuvo que abandonar sus estudios para ayudar económicamente a sus padres.
En la década del 30 entró a trabajar como periodista en la Sección Deportes del diario "Euzkadi", escribiendo comentarios sobre boxeo. Compañero suyo, pero en tema Pelota Vasca, el eibarrés Imanol Fernández Etxeberria más conocido por el apodo "Matxari", con el que por las vueltas de la vida, compartirían proyectos políticos.

Desde su casa en el barrio de Olabeaga, acudía José Luis con asiduidad a "Juventud Vasca" de Bilbao y así fue que conoció a nombres históricos como Eli de Gallastegui, Manu Sota Aburto, Trifón Etxeberria "Etarte" entre otros.

Cuando sobrevino el alzamiento civico-militar franquista, se alistó como gudari y fue incorporado al batallón de Enlaces y Transmisiones, con el que haría toda la guerra hasta quedar preso en junio de 1937 cuando cayó Bilbao. Preso durante semanas en la Universidad de Deusto lo alistaron en un Batallón de Trabajadores con el que tuvo que recorrer diversas regiones del Estado hasta 1939.
Cuantas anécdotas, algunas dramáticas, escuche de José Luis durante las incontables pláticas que mantuvimos durante más de veinte años.

Al recuperar la libertad, en los tremendos años de la década del 40, tuvo que realizar en Bilbao trabajos de los más variados, hasta que como tantos otros, entró como marinero en la compañía de Sota y Aznar, ahora en las manos exclusivas de Aznar.

En los antiguos "Mendi", convertidos al "idioma del Imperio" en "Monte", navegó durante años conociendo puertos de Europa, América y Africa.

Un día que su barco estaba cargando cereal en Rosario, decidió desertar y con unas recomendaciones del sacerdote Tiburcio de Ispizua y de Anton Otsa, que ya por entonces residía en Montevideo, logró que el irunés Felipe Salazar, que se paseaba por el Departamento Central de la Policía Federal Argentina, como si fuese de su plana mayor, obtuvo una cèdula de identidad argentina y la radicación legal en el País.
Sin haber sido en Euskadi, afiliado al Eusko Mendigoixale Batza, era afiliado con carnet del Partido Nacionalista Vasco, en Buenos Aires trabó amistad con Jagis activos que habían actuado en primera fila en la Resistencia entre 1945 y 1949, como Juan José Agote, Marcel Sánchez Azkarate. Y Niko Iguain Azurza entre otros.

En 1955 conoce al argentino de estirpe vasca (como a él le gustaba definirse) el Dr. José María Garciarena Aguerre, cuyos hijos Martín y José estudiaban en el citado colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

El Dr. Garciarena desde que lo conoció tuvo por José Luis un afecto y tratamiento muy especial, ganado por su límpido ideario nacionalista vasco, vivido con total desinterés, sentido como si fuese un apostolado laico.
Fue por entones que en la Diáspora (más o menos hacia 1957-58) comenzó a oírse hablar en Venezuela y en México de la existencia de un llamado Frente Nacional Vasco, que no tenía una cabeza visible, aunque siempre le ha sido adjudicada tal figura a Telesforo de Monzón, aunque no hay que descartar a Eli de Gallastegi.

El caso es que desde Donibane, otra "rara avis" Juan José Bardesi invita a algunas personas residentes en la Diáspora a difundir el proyecto. Es así como aparece en Caracas, la lujosa publicación "IRRINTZI", impresa en excelente papel y cuya dirección fue confida al citado "Matxari".

Una copia de un dibujo geométrico de Sabino de Arana Goiri aparecido en la portada de un "Irrintzi" caraqueño puede contemplarse en el Centro Vasco Denak Bat de Lomas de Zamora, cuyo autor es Iñaki Sanchez Azkarate hijo del citado ex-lider resistente.

4 pensamientos sobre “Jose Luis Azumendi Madinabeitia, un gran vasco (1ª parte)

  1. jfa

    Un día de éstos te cuento, para que lo metas en tu duro disco, cómo le recuerdo yo a Matxari, eibarrés de pro, en su balcón cerrado de Bello Monte de Caracas, rodeado de libros, revistas y panfletos, hablando con rotundidad de casi todo. Los del Frente eran unos cuantos en Caracas. Los recuerdo con complejo de partidico, también ellos, como los más radicales, como los más euskaltzales, como los más entrañables. Como los más difíciles de seguir, también. Matxari escribía, escribía y escribía. Contra todo y contra todos. Era un pontifex maximus. Inmóvil en su balcón, cuando yo lo conocí.

  2. Mikel Ezkerro

    Respuesta a jfa
    Del eibarrés “Matxari” recuerdo además de “Irrintzi” y “Sabindarra” un libro editado en Caracas y la`polèmica contestación a un folleto del por entonces Presidente de Solidaridad de Trabajadores Vascos (SYV), Manu Robles Aranguiz.
    En mi segundo artìculo sobre Josè Luis Azurmendi, omitè el nombre de quien publicaba en Mèxico, “Euzkadi Azkatuta” que era Jakinda Suarez Begoña.
    Por cierto que Josè Luis y yo formábamos una extraña pareja, èl bajo y gordito y yo alto y muy flaco, nada que parecìamos Sancho Panza y el Caballero de la Triste Figura ,tambièn conocido como Don Quixote

  3. Maria Isabe lLas Heras Iza

    Soy hija de un primo de Jose Luis Azumendi madinabeitia y no tenía ni idea de qué había sido de él. Es más, las dos o tres veces que su hermano Ignacio venía de El Paso, estaba con nosotros en Bilbao. Mi padre se llamaba Alejandro Las Heras Madinabeitia y a mí me casó su hermano Abel en Etxebarri, de donde es mi marido. Me llamo Maria Isabel Las Heras Iza Madinabeitia Bergareche.
    Un saludo,

    1. Félix Bergera

      Buenas tardes -Mª Isabel.
      Echando un vistazo en internet tras escribir en el buscador “Luis Lasheras Madinabeitia” he topado con tu comentario. Resulta que estoy investigando sobre la obra de este fenomenal publicista e ilustrador vizcaíno (1896-1940) y me pregunto si por casualidad se trataba de tu tío (?). No dispongo de gran información sobre su vida, familia,… y es por ello por lo que te escribo.
      Sin más, muchas gracias de antemano y saludos,
      Félix Bergera.

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