Reflexiones de Luis Mari Retolaza: Artea, marzo 1994

Me confieso responsable también yo de haber contribuido a extender la imagen de un Luis Mari Retolaza parco en palabras, más dado a callar que a hablar. Siempre supe que con amigos y familiares era expresivo, cariñoso y ocurrente, pero yo mismo escribí un día en Deia que entre aquel consejero de Interior que no compareció más que una vez (exagerado, por supuesto), para responder a tres preguntas con un a la primera (pregunta) sí, a la segunda no, a la tercera no contesto, y el consejero de entonces, que estaba todos los días en el candelero de la prensa, se podría esperar un punto intermedio.

Cuando así pensaba olvidaba que Retolaza no dejó de escribir en un colectivo que le incluía como figura muy relevante, y olvidaba también sus aportaciones a las asambleas del partido, que debieron ser muchas, aunque yo sólo tengo constancia escrita de una, del 26 de marzo de 1994, ante una Asamblea Regional ordinaria de Bizkaia. Me ha caído entre las manos mientras buscaba otras cosas, junto a otros papeles y documentos que vas guardando para cuando tengas el tiempo y la libertad de aportarlos a la colectividad, debidamente sistematizados.

  

Me cae entre manos el documento y compruebo, para empezar, que es bastante extenso (20 páginas). Y compruebo luego que es interesantísimo para todos, se sea o no jeltzale. No voy a cometer yo la osadía de decirle al PNV lo que tiene que hacer, pero sí de que sería de interés para todos la publicación de este tipo de documentos, descargos o lo que fuera –Retolaza empieza diciendo en éste que “Mi intervención no está en el encuadre de un descargo”-, lo que de paso sería un buen homenaje para un hombre que dedicó toda la vida a su patria –sí, suena raro, en castellano- y a su partido.

Es posible que algunas de las cosas que dice suenen duras, críticas, admonitorias y premonitorias, pero su publicación, lejos de debilitar a su partido, lo engrandecería. No recuerdo que me dijera que el escrito fuera reservado, aunque evidentemente lo era, en la medida en que estaba pensado en un órgano interno del mismo, y así lo reservé yo para el futuro. La desaparición física de su autor no levanta la reserva, pero tampoco la traicionará si me limito a decir de qué habla y por qué sería de enorme interés que se supiera.

Reflexiona sobre la vida interna del Partido, las nuevas realidades, las inercias, el distanciamiento entre gobernantes y gobernados; habla de desilusión, pragmatismo e insolidaridad, del esquema derecha-izquierda, de consumismo, del futuro, del futuro del estado-nación. Y habla, sobre todo, de “volver a hablar –reflexionar- sobre el Partido, y en concreto, en Bizkaia”. De incompatibilidades, de la relación del Partido con el Gobierno y viceversa, de la línea de poder, las primacías, la democracia interna, la corrupción, las familias de intereses.

Sólo un par de reflexiones literales para que quede más claro por qué el texto me parece de interés general, al margen de que se comparta o no: “lentamente van cuajando la idea de que la paz y el equilibrio europeo pasa por el pleno reconocimiento de las realidades profundas de Europa, es decir, sus pueblos y naciones. En términos de democracia y respeto a los derechos humanos, no puede encontrarse el equilibrio, la coordinación y la paz social si no se reconocen tales hechos, aunque hayan estado silenciados durante años. Ahí está el ejemplo de Inglaterra y el Ulster”; y también, “hay que seguir recordando que servir al Partido no es servirse del Partido. Ni ser servil a nadie del Partido”.

0 pensamientos sobre “Reflexiones de Luis Mari Retolaza: Artea, marzo 1994

  1. Mikel Ezkerro

    Respuesta a jfa.
    “dedicó toda su vida a la Patria”, dices muy bien “suena a raro” a gente que cree que eso de “la Patria” son noñeces del pasado, propio de “romànticos”, “idealistas”, “obsesos”, etc., al menos eso es lo que dicen quienes ayer como hoy niegan a Euskadi como Patria Vasca y hasta algunos de la pluralista familia nacionalista.
    Un gran amigo suyo que vive en Argentina con el que Retolaza habìa compartido muchas cosas importantes en la Resistencia, le dijo que si podìa llevarme a almorzar los tres, informándole tambièn de mi militancia politica en un partido nacionalista distinto al de ellos dos.
    Confieso que pese a haber conocido a personas muy importantes en el nacionalismo vasco, senti una sensaciòn rara al encontrarme ante un hombre del que sabìa, entre otras cosas, que habìa sido la mano derecha de Juan de Ajuriaguerra, al que no conocì y del cual habìa oido me refiero a Retolaza) hablar o todo a favor o todo en contra ,pero siempre nada gris o intermedio…
    En las casi cuatro horas de conversaciòn entre aquellos amigos de toda la vida, intervine en muy pocas ocasiones, no perdiendo una sola palabra y solo hablé para hacerle a Retolaza, preguntas concretas, no sobre temas polèmicos que lo tuvieron como protagonista producidos durante su gestión como Consejero de Interior, sino como sentìan los jòvenes dela dècada del 40 la situaciòn del nacionalismo vasco, como tambièn el nacimiento del grupo Ekin,en la dècada del 50, que eran los dos temas que màs me interesaban personalmente.
    Las respuestas de Retolaza fueron concretas,precisas exponiendo su pensamiento al respecto y sin mencionar nunca a persona alguna, ni para alabarla ni para criticarla.
    Despuès èl me sometiò a algo que en realidad era un “interrogatorio” pero hecho con gran finura y calidad y al revès de sus respuestas, pidièndome su opiniòn sobre personas concretas que yo habìa conocido en Argentina.
    Cuando me mencionò a Pello Mari Irujo y Ollo,lo primero le recordè que estando Pello Mari Irujo y Ollo residenciado en Cuenca, recibiò una tarjeta postal cuyo escueto texto decìa “Te invito a bailar un vals” y firmado ” Juan ” y como Pello a las pocas horas pasò a la clandestinidad en Madrid.
    “Exacto”,”no le has quitado ni agregado nada”-
    Como algunos vascos de la Resistenciaque he conocido Retolaza era un hombre amante del “ixillik”, manejado con finura estilistica.
    Me reafirmè al terminar la comida que fue un amplio repaso de la politica vasca de 1945 a 1963 que Retolaza era hombre de “blanco” o “negros” y nada gris…,color que desgracidamente pareciera ponerse de moda en la politica vasca

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