Vascos en el mundo

El pecado de mascar coca

 

Queridos todos,

 

Si paseas por cualquier barrio popular y castizo de La Paz no te será difícil encontrar, entre mercado y mercado, a muchas “cholitas”que venden hojas de coca al peso. El consumo de esta planta es parte de la indiosincracia boliviana. Los aymaras del Altiplano mastican coca (el acullicu), o la toman en infusión (mate de coca), durante la mayor parte del día. Y es que sus beneficios no son pocos: alivia los estragos del mal de altura, espabila, es buena para los males de barriga y quita el hambre, entre otras de sus muchas bondades. Pero además, es parte de su vida, de sus rituales, de su economía, de su cultura, y sobre todo, de su identidad. Por cierto, hasta ahora en Bolivia, su consumo es legal.

Desgraciadamente, la hoja de coca, sometida a complejos procesos químicos, puede transformarse en cocaína, con lo que esto conlleva; narcotráfico, estupefacientes, asuntos de droga y todo lo que uno quiera imaginar. Pero de inicio, coca y cocaína no son lo mismo. De hecho, no tienen nada que ver. Para empezar, la hoja de coca no coloca.

Y os preguntaréis porque todo este alegato. Pues bien, lo aclaro. En 1961 la ONU aprobó la Convención sobre Estupefacientes, que incluía a la hoja de coca como uno de estos. Instaba a eliminar el masticado de dicha planta en un plazo de 25 años. Pasado este tiempo, el presidente Evo y su ministro de Exteriores, David Choquehuanca, hacen campaña desde hace meses para que se permita el masticado de la hoja de coca, puesto que forma parte de la cultura tradicional indígena aymara. EE.UU. y otros 14 países (Reino Unido, Alemania, Dinamarca, etc.) del ECOSOC ya han mostrado su rechazo. Para ellos, mascar coca sigue siendo pecado.

Y lo que digo yo es que, a lo mejor, lo que estaría bien hacer, no es prohibir el masticado de la hoja de coca, sino controlar la producción y atajar el narcotráfico, que no digo que sea tarea fácil. Ahora, si eso interesa o no, ya no me queda tan claro.

Buen día y mucha suerte a todos!