Vascos en el mundo

Adiós Diablo

Queridos todos,

Estos días pensaba en escribir un post sobre mis vacaciones en el mar, sobre mi viajecito a Uruguay con mis colegas las Maripilis. La tristeza que aún me inunda tras la pérdida de un amigo, hace que haya preferido hablaros de esto.

Conocí a Eduardo hace algún tiempo porque era íntimo de Pato. Eran amigos del alma. Eran hermanos. Lo que más me sorprendió de este canalla, de este gran y querido crápula era su gusto por la vida. Sus ganas de exprimirla. Eduardo era carisma, un poco “tolosa”, como el díría. Era alegría, vitalista… dueño del don de la ironía. Eduardo te ponía contra las cuerdas, iba contra viento y marea. Buen orador, con buena conversación, listo, elocuente, te cuestionaba, te hacía replantearte, joder… era inteligente. Era un Diablo, era ilimitado. Era risotadas, era buen humor, sarcasmo, carcajadas… qué cabrón!
Su adiós rompe. Deja vacío. Es feo. Desola.

Vivirlo desde aquí ha sido muy extraño. Difícil. Pensar en los que están allí y sufren, duele.

Eduardo, aunque fueron tantos los ratos que peleamos… voy a extrañarte. Mucho, mucho, mucho.

Adiós Diablo cabrón.