Queridos todos,
Esto no es una despedida, es un un hasta luego bloggero. Por un breve lapso de tiempo me quedo fuera de combate. Y es que la ocasión, creo de verdad, que lo merece. Me explico. Hoy hace 6 meses que llegué a Bolivia. Hoy hace 6 meses que no veo a Pato. Mañana iré a recogerle al aeropuerto. Dispuesta a armar la marimorena. A poner todo “patos” arriba. 6 meses valen eso y mucho más. Por supuesto.
Y es que la emoción me abruma. Tengo un nudo en el estómago. Los pelos como escarpias. Me siento del revés, como dice Bebe y canta desde hace días mi amiga Chilvo, que no sé si está más nerviosa que yo, o es que también se aburre de tanta espera. La verdad, me inclino más por lo segundo.
Me siento como en una vieja primera cita. He hecho las pertinentes tareas de chapa y pintura. Me vestiré con la mejor de mis sonrisas. Y allí esperaré a Pato, con ganas de mimos a mogollón y un abrazo de esos que aún no se ha inventado. Lo demás, como comprenderéis, lo dejo a vuestra imaginación, que espero sea, cuanto menos, malévola.
Así pues, cierro por arribo.
Buen día y mucha suerte a todos!