Queridos todos,
La ya más que frecuente sequía de música en directo que vivimos en La Paz, unida a la insistencia de mis queridos Maripilis (Chilvo , Sarita, Papapablo y Francisquito), me llevó el sábado sabadete a pasar la noche en un bolo, al que por mi propio pie, jamás habría ido: los raperos – hiphoperos – reaggetoneros Calle 13.
Para pasar lo que presentía como un mal rato, decidimos cargarnos de buenos tragos. Había un pequeño inconveniente: llevar alcohol al concierto está terminantemente prohibido. Nosotros, que, muy espabilados, pensamos que en Bolivia nada supone un problema, decidimos esconderlo. Así que voluntariamente, Sarita y yo camuflamos en nuestros más preciados atributos un par de botellitas. Hasta ahí todo bien.
La cosa se complicó un poco, cuando en la puerta un puñado de señoras policías decidieron, en un alarde de autoridad suprema, registrarnos. Papapablo, Francisquito y Chilvo salieron airosos de tan tremendo desaguisado. Yo libré por los pelos. Y Sara, mi querida Sara, se enfrentó a la pasma.
La señora policía, con ansias de cumplir con sus obligaciones, cacheó a Sara: le tocó un pechito y sorpresa! Se topó con la botella. Esto fue lo que ocurrió:
La señora policía: qué es eso?
Sarita, callada como una puta no respondió.
La señora policía: Qué es eso?
Sarita, con sus canillas temblando y aterrorizada por lo que podía pasar, no respondió.
La señora policía: Qué es eso?
Sarita, pensando que se desmayaba allí mismo o que podía acabar en una prisión boliviana, no respondió.
La señora policía: bien, enséñame el bolso.
Sarita, con ánimo de distraer a la señora: Llevo tampones, compresas… un farmacia andante, vamos, lo normal.
La señora policía miró a Sara en plan inquisidora. Sara puso cara de buenaza atontada y desapareció. Eso sí, con la botella incrustada en sus tetas.
A partir de ahí, tengo una duda que me corroe: Porqué te registran si no te quitan lo que te trincan? Será una cuestión de falsa autoridad? O será más bien el morbo de toquetear? Si alguien tiene una respuesta clara, por favor, que se pronuncie, que desde entonces duermo fatal.
En cuanto al concierto y para cerrar. Unos tipos muy enérgicos comenzaron a tocar. Yo le dije a Silvi: Calle 13 es mejor de lo que pensaba. A lo que Silvi respondió cual fan poseida: Ro, joder, estos son los teloneros. En fin, qué incultura musical la mía, qué error tan garrafal.
Y por fin llegaron los verdaderos. Los auténticos. Los jodidos raperos. Me gustaron. Fueron rojos hasta la saciedad. Cantaron canción protesta sin parar. Con Latinoamérica casi me pongo a llorar. Por lo demás, brincamos, reimos y bailamos sin parar.
Buen día y mucha suerte a todos!