Hodei Bila. Llegamos a Bélgica. Primera parada: Kortrijk

Este viernes, llegamos a Kortrijk, el primer pueblo que nos encontramos al cruzar la frontera con Bélgica. Es un pueblo de 75.645 habitantes, con una gran plaza central donde podemos poner la autocaravana.

Lo primero que hacemos es dirigirnos a la oficina de información turística (casi todos los pueblos la tienen), donde pedimos un mapa de la localidad y que nos indique donde están la comisaría de policía, donde preguntamos si conocen el caso y les pedimos que comprueben si está en su base de datos y después pedimos permiso para poner un cartel en la entrada. También preguntamos a ver si en la localidad hay, duchas públicas, comedor social, estación de tren de cualquier tipo, provincial, nacional o internacional. Lo mismo con las estaciones de autobús. También le pedimos que nos indique donde se encuentra la sede, si es que hay, de la prensa y de la radio local.

También necesitamos saber si hay alguna casa ocupada o centro de jóvenes y dónde está la plaza más concurrida y el ayuntamiento para pedir el permiso necesario para sacar el “stand” con los carteles, la televisión para poner los videos y “subir” la furgoneta a la plaza. Otra cosa importante es saber si hay algún sitio habilitado para auto-caravanas donde descargar las aguas sucias y llenar el depósito de agua limpia ya que 4 personas gastamos alrededor de 100 litros al día. Ah! Y los puntos de wifi gratis que hay en la ciudad.
Con todo esto y después de marear al personal de información nos ponemos en marcha para pegar los carteles y repartir en mano las cartas con las que viajamos, que suman más de 30.000.

En Kortrijk la cosa ha quedado así:
-Comedor social: Si hay, han sido muy amables y hemos pegado carteles y dejado cartas.
-Comisaría: Si hay, han comprobado que estaba en la base de datos y nos permiten pegar carteles en la comisaria.
-Estación de tren: Si hay, pegamos carteles y repartimos cartas en mano.
-Centro de jóvenes y casas ocupadas: No hay, pero hay una zona universitaria donde pegamos carteles y repartimos cartas.

-Prensa local: Si hay, son ellos los que vienen a buscarnos al ver la caravana.
-Radio local: No hay.
-Ayuntamiento: Al principio nos dicen que no pueden darnos un permiso al momento pero después de insitir bastante, ceden y nos permiten estar una hora en la plaza central.
-Duchas públicas: No hay.

Hemos ido a la plaza con el permiso y un restaurante que había enfrente nos ha pedido que nos moviéramos ya que hoy tenía previsto que dos personas importantes fueran a comer y les fastidiábamos las vistas, asi que nos hemos movido unos metros hacia atrás y arreglado.

La pena ha sido que ha llovido casi todo el rato y hemos tenido que poner el toldo para que no se mojaran los bartulos.

También nos ha acompañado todo el día Silvia, la corresponsal de Deia en Bélgica, para hacer un pequeño reportaje que publicaran el domingo. Ha sido muy atenta y nos ha ayudado a elegir una tarjeta local de internet y un “pincho” de internet para cuando no podamos enchufarnos a uno gratis. Al acabar la jornada lo que hacemos es recorrer la ciudad buscando aparcamiento para este gigante de cuatro ruedas con el ordenador encendido y buscando señales wifi gratis. Aparcamiento y wifi cercano, algo que no se va a dar muchas veces juntos….pero el que la sigue la consigue, este es el ejemplo.

De todas las personas con las que hemos hablado hoy, dos de ellas conocían el caso de Hodei.
Mañana toca Roeselare a 15 minutos de aquí por la autopista.

Más información en http://www.hodei-missing.com/es/