A unas pocas horas de Kuching, capital del estado de Sarawak en el Borneo malayo, se encuentra este hotel levantado en una isla artificial dentro del parque nacional Batang Ai. La arquitectura del edificio buscó las referncias en la arquitectura tradicional de los Dayaks, que aún viven en sus longhosuses, unas casas unidas unas con otras , levantadas a modo de palafitos y con unos grandes espacios a cubierto que son comunales.
Batang Ai está levantado siguiendo esta pauta, el acceso a las habitaciones es siguiendo un largo y ancho pasillo, como las zonas comunales en las longhosuses auténticas.
Todo huele a madera tropical, las habitaciones cuentan con lo suficiente para sentirse como en casa, estando en la mitad de la selva.
La vista es preciosa, los atardeceres también.
El lugar está aislado del mundo, hay que montar en un bote para llegar al hotel, es perfecto para unos días. Abstenerse los que buscan acción y actividad a todas horas, ésto es la selva, el trópico. el hotel cuenta con una piscina y te organizan excursiones para visitar poblados y naturaleza virgen.
El hotel lo gestiona la cadena Hilton. +info