Los último hallazgos en Khirbet Qeiyafa, junto al valle de Elah, arrojan luz sobre cómo se organizaba el culto en la época del rey David. Debido a que estos santuarios son anteriores a la construcción del templo de Salomón en Jerusalén, se trata de un descubrimiento extraordinario y proporcionan la primera evidencia física de culto en esa época.
Las tres salas de culto encontradas, junto con otros objetos, responden a la construcción típica de actividades reales, lo que demuestra que en la época de los primeros reyes de Israel ya existía una jerarquía social. La ausencia de imágenes de seres humanos y animales evidencia que los habitantes de la zona practicaban un culto distinto al de cananeos o filisteos al observar la prohibición bíblica sobre imágenes.
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