No solo las metrópolis de Hamburgo y Dresde se ubican a orillas del río Elba. El torrente de agua fluye formando inmensos meandros por un singular paisaje natural y cultural, a lo largo de llanuras aluviales intactas, playas de blancas arenas y montes boscosos.
Este paisaje fluvial virgen abarca cinco estados federados, desde las tierras bajas de la depresión del Elba medio, hasta las planicies del norte de Alemania. A ambos lados del margen, a lo largo de la región discurren los parques naturales de Elbhöhen-Wendland Baja Sajonia y el valle del Elba en Mecklemburgo.
Atravesar el paraíso en balsa
Si se quiere disfrutar de la perspectiva desde el agua, lo ideal es una excursión en vapor de recreo o un viaje de exploración en canoa, o en una balsa alimentada por la energía solar. Seguro que también los barcos a motor encontrarán en el río Elba un espacio de ensueño donde atracar.
En bicicleta o a pie
Quien prefiera la tierra firme, disfrutará de la red de caminos bien señalizada para cicloturismo o senderismo, como la Ruta cicloturística del río Elba de 840 kilómetros de longitud, entre Bad Schandau y Cuxhaven.
Una belleza natural cambiante
No importa el medio que utilice para recorrerlo: en todos lados, el paisaje le deslumbrará por su versatilidad. Mientras que en el sur le fascinará el amplio valle glacial con dunas interiores y empinados taludes, el norte se caracteriza por las llanuras fluviales del valle del Elba con árboles de madera nudosa y vastas áreas boscosas. Igual de versátil resulta la fauna: las grullas y los gansos del Norte visitan las llanuras aluviales a millares. Las águilas marinas y los castores están en su elemento en este singular paisaje de naturaleza intacta.