Lo dijo Winston Churcill, un señor que tiene bastante credibilidad en nuestro entorno: Uganda es la ‘Perla de África’, uno de los destinos más desconocidos del continente negro y, a la vez, uno de los más sorprendentes.Diez parques naturales, doce reservas salvajes y catorce santuarios naturales son algunos de los números que presenta esta joya en la que tienen lugar los mejores amaneceres del planeta y a la que Ethiopian Airlines te acerca desde Madrid (vía Addis Abeba).
Para cualquier aventurero, es perfecto iniciar el viaje siguiendo los pasos de los “gorilas en la niebla” por el impenetrable bosque de Bwindi, donde vive una de las mayores poblaciones de este animal del mundo. Se puede seguir su rastro por la selva y conocerles “personalmente” sin riesgos, aunque sus poblaciones sigan estando muy protegidas, y es raro encontrarse a más de una de las familias que viven entre los árboles. Igualmente, el Parque Nacional del Bosque de Kibale presenta una oportunidad única para conocer de primera mano a otros primates: los chimpancés.
Posteriormente, y ante la ausencia de mar (algo que no se echa de menos), manda una visita obligada el lago tropical más grande del mundo, Victoria. Con islas propias con particulares condiciones ambientales, playas de arena blanca y aguas cristalinas, es uno de los mayores atractivos turísticos del este del continente y, entre otras cosas, destaca por ser una de las principales fuentes del río Nilo.
Jinja es una de las ciudades más visitadas del país, en donde se puede conocer mejor la historia del gran río africano. Tiene una atmósfera colonial en la que las casas victorianas y las avenidas con árboles adelantan el camino al Parque Nacional de las Fuentes del Nilo. También presenta una gran oferta de deportes de aventura, incluyendo puenting sobre el río o rafting por sus aguas.
Ethiopian Airlines vuela a Entebbe desde 489€ (tasas incluidas) y acerca a los deseosos de conocer más maravillas de África a espectaculares atracciones como el lago Bunyonyi, las islas Ssese, las cataratas de Sipi, las montañas de la Luna o el santuario de animales de Ziwa.
