Los presupuestos del Ayuntamiento de Vitoria para 2014 diseñados por el equipo del PP, que gobierna en minoría, siguen a día de hoy en el aire ante la falta de acuerdos con el resto de partidos durante las conversaciones que ha mantenido el alcalde, Javier Maroto, con los portavoces de la oposición.
El PP, con 9 concejales, necesita al menos el apoyo de otro grupo para aprobar el proyecto de presupuestos diseñado por el equipo de gobierno.
Maroto se ha reunido hoy, por separado, con el portavoz municipal del PNV, Gorka Urtaran, y con el de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, después del encuentro que mantuvo ayer con Patxi Lazcoz (PSE-EE).
Todos los grupos de la oposición mantienen posiciones muy críticas con respecto al proyecto de presupuestos y han decidido trasladar la defensa de sus propuestas al debate de las enmiendas parciales, cuyo plazo de presentación concluye el 30 de diciembre.
El alcalde, tras la reuniones de hoy con el PNV y Bildu, se ha referido únicamente al encuentro con Urtaran y ha dicho que se ha desarrollado en un ambiente “muy cordial”, al igual que el celebrado ayer con el portavoz socialista.
Maroto ha instado a todos los partidos a presentar sus propuestas vía enmiendas y a que hagan un esfuerzo, junto con el gobierno municipal, para sumar y alcanzar acuerdos.
Por su parte, el representante del PNV ha insistido en que la disposición de su grupo al acuerdo es “máxima” pero siempre que el PP “rectifique y no lleve adelante los recortes con los que ha amenazado a todos los estamentos de la sociedad”.
Urtaran, según ha indicado en una nota informativa, ha emplazado al alcalde a debatir en el trámite de enmiendas para intentar lograr el acuerdo presupuestario “más amplio posible” ya que, según ha recordado, el PNV ha mostrado desde el primer momento su voluntad de alcanzar consensos entre los cuatro partidos con representación.
Las numerosas enmiendas que presentará el PNV irán encaminadas a paliar los efectos de los recortes que quiere aplicar el PP en materia social, cultural, educativa y cooperación al desarrollo, entre otros, ha avanzado el PNV.
Bildu ha sido más crítico con un proyecto “continuista” que “no sirve para combatir la crisis, para generar empleo ni para garantizar la cobertura social y ha exigido la redacción de un nuevo texto.
Ha pedido más transparencia en la ejecución presupuestaria que permita el control político de la acción de gobierno, unos presupuestos participativos o acabar con el “nauseabundo juego” que emplea el PP con las asociaciones, a las que “obliga a mendigar sus subvenciones”.
Bildu también ha pedido que se incrementen las partidas para el euskera, las políticas de igualdad, de juventud, de cultura, medio ambiente, cooperación, asuntos sociales y promoción económica.
Ayer, el portavoz socialista señaló que está “muy lejos” un posible acuerdo con el PP sobre el proyecto de presupuestos, aunque tanto él como Maroto mostraron su disposición a negociar durante el trámite de enmiendas.
Maroto pidió a los socialistas que no hagan propuestas que sean imposibles, mientras que Lazcoz dejó claro que el proyecto del PP no atiende a las verdaderas prioridades que demanda la ciudadanía porque contiene “muchas carencias” en políticas de empleo y de ayudas para las personas que peor lo están pasando.
Los presupuestos de este año fueron aprobados gracias a un acuerdo del PP y del PNV, lo que permitió a Vitoria contar con nuevas cuentas tras dos años consecutivos de prórroga.