Los robos en domicilios bajaron el año pasado en Vitoria un 12,4 %, al pasar de 387 a 339, aunque podrían descender entre un 10 y 20 % adicional si el propietario de la casa adopta el hábito de cerrar la puerta con llave al salir de la vivienda.
La Ertzaintza y la Policía Local de Vitoria han atribuido hoy, en una nota conjunta, el descenso de este tipo de delitos a la prevención e investigación que han desarrollado ambos cuerpos policiales, en ocasiones de forma conjunta.
El máximo exponente de esta cooperación permitió detener a dos personas y esclarecer dieciocho robos en domicilios en la capital alavesa y otros dos cometidos en Miranda de Ebro (Burgos).
Se trata de una operación que comenzó en noviembre de 2013 cuando se descubrió la existencia de un grupo que robaba en viviendas de el barrio de Lakua.
La Ertzaintza y la Policía Local se repartieron los días y zonas de vigilancia y ello permitió sorprender “in fraganti” a un hombre el pasado 3 de febrero y detener días después a un segundo implicado.
Sin embargo, los responsables de ambos cuerpos policiales no quieren lanzar un mensaje triunfalista porque los robos en viviendas “se siguen cometiendo”.
“Se trata de un delito muy importante, que genera un sentimiento de victimización considerable, porque con independencia del valor de los objetos sustraídos, tiene lugar en nuestro ámbito más personal e íntimo”, explican la Ertzaintza y la Policía vitoriana, que por este motivo mantendrán en 2014 la reducción de los robos en domicilios como un objetivo prioritario.
De todas formas, los dos cuerpos subrayan que podrían evitarse entre un 10 y un 20 % de este tipo de robos con “un hábito tan simple como cerrar la puerta con llave al salir de casa” aunque sea por un corto espacio de tiempo.
Este porcentaje se corresponde con el número de casos en que los ladrones accedieron a las viviendas utilizando un plástico semi rígido que permite abrir puertas que no se han cerrado con llave, sino únicamente “de golpe”.
Ertzaintza y Policía de Vitoria también destacan la importancia de la colaboración de los ciudadanos porque tienen acceso a información que “se escapa” a los agentes: conocen a sus vecinos y sus horarios y pueden alertar si hay personas extrañas, especialmente si muestran actitudes sospechosas, como llamar a varios timbres sin motivo aparente, escuchar tras las puertas y responder de forma errática al ser preguntados por su presencia.
De esta manera, se recomienda a la ciudadanía que llame al 112 o 092 ante cualquier circunstancia que les infunda sospechas en su comunidad o en las inmediaciones, porque una vez que los ladrones franquean el portal -advierten ambas policías- los delincuentes “se vuelven invisibles”.
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Joer, pues si ya no queda nada que robar en la mayoria de los domicilios