Las tareas de vigilancia en el parque de Salburua de Vitoria se han reforzado después de que 32 aves hayan muerto por un brote de botulismo aviar, una intoxicación alimentaria que no afecta a los humanos.
En el verano de 2014 ya se produjo un episodio parecido que afectó a un total de 791 aves, aunque no todas fallecieron. Por eso, este año el servicio de vigilancia del Anillo Verde de Vitoria ha llevado a cabo prospecciones periódicas en Salburua con el objetivo de detectar esta enfermedad.
Gracias a este seguimiento se ha detectado un nuevo brote de botulismo que de momento parece confinado exclusivamente a la Balsa de Arkaute en Salburua, donde se han retirado las 32 aves muertas, todas ellas acuáticas.
La Diputación de Álava ha reforzado las labores de “reconocimiento exhaustivo” alrededor de las balsas de Salburua con cinco guardas forales y una barca de motor eléctrico de pequeñas dimensiones, adaptada a aguas someras, para agilizar estos trabajos.
Este personal se ha unido al operativo de alerta puesto en funcionamiento en coordinación con el Ayuntamiento de Vitoria, según ha informado la institución foral en una nota.
Los cinco guardas de la Diputación recorrerán las zonas húmedas del entorno de Salburua, es decir, las balsas de Cerio, Arbulo, Añúa, humedal de las Colas del Embalse de Ullibarri-Gamboa y río Zadorra, para conocer si hay más aves afectadas.
Este operativo de vigilancia se mantendrá en las próximas semanas, al tiempo que de Centro de Recuperación de Martioda está preparado para atender a todas las aves enfermas que lleguen.
El principal medio para combatir la mortandad por botulismo aviar es la retirada del máximo número de cadáveres y aves enfermas de las zonas afectadas.
Por ello, el Ayuntamiento de Vitoria pide a la ciudadanía que si observa aves muertas o con comportamientos extraños (alas caídas, dificultad para mantener la cabeza erguida, etcétera) no las manipule y lo ponga en conocimiento de Policía Local (092) para proceder a su retirada.