La delegación alavesa del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (Coavn) apuesta por rehabilitar edificios de viviendas en Vitoria en lugar de construir nuevos bloques de pisos para hacer frente al crecimiento de población previsto, a un ritmo de 2.500 habitantes por año.
El arquitecto Patxi Cortazar y los responsables de dos de los estudios urbanísticos realizados por el Coavn, Juan Adrian Bueno, Luis López de Armentia y Pablo Carretón, han presentado hoy las conclusiones de su análisis sobre los retos más inmediatos de la ciudad, que se encuentra ahora inmersa en la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
“La ciudad se encuentra en un momento clave, en el que se va a dibujar el plan que disfrutaremos en las próximas décadas por la magnitud de los proyectos previstos”, ha señalado Cortazar, quien ha abogado por que los arquitectos locales hagan sus aportaciones a la redacción del PGOU.
Los arquitectos han analizado el crecimiento demográfico de la ciudad y las necesidades futuras de vivienda, la densidad actual de los barrios y el potencial de rehabilitación en Vitoria, con casos como el proyecto de regeneración del barrio de Coronación o el proyecto comercial de la manzana de la calle San Prudencio.
Las conclusiones de estos informes y el que preparan sobre movilidad se trasladarán al grupo que trabaja en la confección del PGOU para que pueda incorporar sus conclusiones.
Entre ellas está la consideración de la rehabilitación como un “bien social” que permite el desarrollo sostenible, y su uso como alternativa a la construcción de nuevas viviendas y el consumo de suelo urbanizable.
López de Armentia ha recordado que Vitoria tiene suelo reservado para acoger 30.279 viviendas, por lo que no ve necesario ampliar este espacio en el nuevo PGOU.
Ante esas previsiones, “hay que ajustar las cifras de demanda a esas programaciones, por lo que no haría falta ocupar nuevo suelo para acoger” el crecimiento previsto de población.
Carretón se ha referido a la densidad de los barrios y ha apuntado que, frente a las 75 viviendas por hectárea recomendables, en los nuevos barrios de Salburua y Zabalgana la cifra es de 47 casas por hectárea, lo que supone una baja densidad que se debe corregir.
Respecto a la forma en la que se ha desarrollado el urbanismo en Vitoria en los últimos años, estos arquitectos se han referido a los “errores” que han dejado “zonas sin coser” y que han afectado a la configuración de los barrios, y han pedido que se tengan en cuenta para modificarlo en la nueva ordenación.
“En el informe analizamos las ordenanzas que hay en Vitoria para ver cuáles no encajan en este marco teórico, porque en el vigente plan general hay determinaciones que ayudan muy poco a los objetivos finales de la rehabilitación”, ha explicado Bueno.