Los trabajadores de la contrata de limpieza de Vitoria decidirán mañana si mantienen la fecha de inicio de la huelga indefinida prevista para el lunes o retrasan los paros hasta que la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi (Cojua) emita su dictamen sobre cómo rescindir el contrato con la UTE.
El presidente del comité de empresa, Juan Carlos Mateos, ha confirmado a Efe que la propuesta de huelga indefinida se mantiene “en todos los casos” y que en la asamblea de mañana someterán a votación un posible retraso del inicio de la misma, aunque ha adelantado que la opción más probable es que la huelga arranque a las 21.00 horas del domingo, con el turno de noche.
A día de hoy no ha salido el dictamen sobre la rescisión del contrato, y depende de cómo dictamine la Cojua y decida si el Ayuntamiento ya puede proceder, bien a sacar de nuevo la contrata a concurso, u optar por la gestión directa, ha trasladado Mateos.
El Ayuntamiento recurrió a la Cojua tras confirmar sus servicios jurídicos que no había base legal para rescindir el contrato con la UTE formada por FCC y GMSM en los términos en los que esta lo había solicitado, ya que no existía un interés público para ello, por lo que pidió el consejo de este órgano asesor independiente.
Mientras tanto, los sindicatos han estado pendientes de la tramitación sobre la salida de la UTE, ya que en el mes de junio cancelaron “in extremis” la semana de huelga prevista como protesta por los “incumplimientos” de la empresa al obtener la promesa del equipo de gobierno de que no iban a continuar con la gestión de la contrata.
Pese a no realizar la huelga, el acuerdo de los trabajadores incluía iniciar una huelga indefinida a partir del 10 de septiembre si no se solucionaba el problema, por lo que mañana el comité mantendrá a las 10.00 horas una reunión con la empresa en el Preco en la que se les trasladarán los servicios mínimos a ejecutar, y de 12.00 a 13.30 los trabajadores celebrarán su asamblea.
“La decisión está en si activamos la huelga el domingo a la noche o esperamos al dictamen”, ha recordado Mateos antes de explicar que, en el caso de que no se retrase, los paros durarían hasta que el consistorio reciba la decisión de la Cojua e inicie los trámites para cumplir con lo acordado en junio con los sindicatos.
El origen de este conflicto surgió a principios de 2017 con el despido de varios trabajadores y la negativa a incorporar mejoras en las condiciones de trabajo, lo que hizo que el comité de empresa convocase una huelga que finalmente se canceló al llegar a un acuerdo en el que intervino el Ayuntamiento de Vitoria.
Las mejoras que se pactaron con los trabajadores se plasmaron en noviembre, aunque en abril tenía que haberse cumplido una parte y la empresa no abonó lo correspondiente.
Mateos ha destacado la “nula voluntad de la empresa” para cumplir sus acuerdos o evitar la huelga.