El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria han alertado de una “venta engañosa” en la que una empresa llama por teléfono y ofrece un servicio privado de teleasistencia a personas mayores, dando a entender que se trata del servicio público vasco, pero luego gira facturas de entre 40 y 50 euros al mes, momento en que el usuario detecta el fraude.
Ambas instituciones han recordado que el cauce oficial de este servicio público de teleasistencia, llamado betiON, nunca es telefónico y que para solicitarlo es necesario presentar la documentación en papel de manera física en los servicios sociales de base del municipio o barrio, en las oficinas de atención ciudadana Zuzenean y en la sede del Departamento de Empleo y Políticas Sociales en Lakua (Vitoria).
Tanto el director de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, Emilio Sola, como el Ayuntamiento de Vitoria recomiendan no aceptar ese tipo de ofertas telefónicas e informan de que si esto ya ha ocurrido, hay un plazo para desistir de 14 días que suele aparecer reflejado en el contrato.
Si este documento no recogiera plazo alguno, se dispone entonces de un año para poder cancelar la contratación. En caso de duda, es conveniente informar a la Ertzaintza o Policía Municipal.
Sola ha reconocido que al Gobierno Vasco no le constaban este tipo de “llamadas fraudulentas“, aunque a partir de ahora estarán “alerta”..
En la actualidad betiON tiene más de 50.000 usuarios que “reciben todo tipo de información útil en las llamadas periódicas” de los profesionales que atienden el servicio público de teleasistencia.
Entre otras cuestiones, también se les advierte de posibles situaciones fraudulentas y se les recuerda que en su relación con betiON no deben facilitar datos bancarios por teléfono ni dar dinero a las personas que dicen acudir a sus casas en nombre del servicio.
En este sentido se les invita a apretar el botón y ponerse en contacto con el personal del servicio en todo momento “para salir de dudas”, ha dicho Sola, quien ha explicado que estas precauciones obedecen a que las personas mayores son “un público potencial para este tipo de delincuentes”.