Han recordado que el pasado 16 de marzo el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, anunció que iba a derivar a los sintecho al colegio Pío Baroja en aplicación de las medidas de seguridad frente a la COVID-19, y que en solo 6 días, las 30 camas habilitadas se quedaron escasas y se montaron otras 50 en el frontón de Lakua.
La Iniciativa por el Derecho a Techo y contra la Exclusión Social de Vitoria se pregunta ahora qué va a pasar con esas al menos 50 personas cuando se acabe la fase de confinamiento y pide al consistorio que no se cierren los recursos de emergencia creados para atender a quienes carecen de hogar durante la crisis sanitaria.
A su juicio, se deben ampliar de manera urgente los recursos habitacionales y crear “las plazas necesarias para atender dignamente a todas las personas que lo necesitan”, porque para salir unidos de esta crisis “como ciudad y como sociedad, no hay otra opción que no dejar a nadie atrás”, señalan en un comunicado.