Davide Cerchi: “Supe a través de Internet que el Urbat buscaba un entrenador”

Diario Vasco. Llegó de Italia. Tiene 41 años. Estudia euskera porque su madre es lekeitiarra. Tiene estudios universitarios de Ciencias Políticas por la Universidad de Génova y también estudio electrónica. Vive en Lekeitio y se desplaza todos los días desde aquella localidad costera hasta Eibar.

Vive el waterpolo y confiesa ser un enamorado de la cocina vasca. Espera que se cumplan sus objetivos y da las gracias al Urbat por darle la oportunidad de entrenar.

-Desde Sori, localidad cercana a Génova, a Eibar, ¿porqué hasta aquí? Siempre he estado en el mundo del waterpolo ya como jugador, técnico, colaborador, pasando por muchas responsabilidades. Supe a través de internet que el Urbat buscaba un entrenador para fundar una escuela y así fue que decidí trasladarme hasta Eibar.Vengo de una localidad donde el waterpolo cuenta con una gran tradición y desarrollo. En Italia el waterpolo tiene un amplio nivel y, concretamente, en Génova se vive intensamente este deporte.

-¿Pero sólo por esta razón recaló en Eibar? Bueno, además de tener interés en entrenar también he de confesar que quería aprender euskera porque mi madre es de Lekeitio. Aproveché la ocasión para hacer las dos cosas, entrenar y estudiar euskera.

-Fue jugador de elite en Italia. Sí, jugué en la máxima categoría donde el nivel es muy competitivo. Todas las divisiones italianas son exigentes. En España hay tres o cuatro mil waterpolistas con ficha, en Italia entre diez y doce mil. Jugué un año en la División de Honor, me enfrenté a Estiarte cuando estaba en Italia. Milité en el Sori, que ahora está en la equivalente a la Primera División española, allí es la Segunda.

¿Cuál es su valoración del waterpolo en Eibar? Antes de todo tengo que dar las gracias a los responsables del Urbat porque son encomiables, porque lo están haciendo bien. Orbea es una infraestructura reducidapero que está francamente bien, es una joya, tiene condiciones para trabajar. A nivel de club cualquier cosa que he planteado se me ha respondido sin problema alguno. Me han llamado para hacer una escuela de waterpolo, en eso estamos, vamos poco a poco construyendo.

… ¿y el nivel? Antes tenemos que hacer una premisa. El waterpolo es una de las modalidades de equipo más antiguas que hay en los Juegos Olímpicos, en algunos países tiene mucha importancia, pero es deporte minoritario en todo el mundo. En Italia ocupa su espacio, sería el equivalente al balonmano en Euskadi, por ejemplo. En España hay buen nivel y está concentrado casi todo en Cataluña y un poco en Madrid. En el resto de comunidades no hay mucha tradición. Es un deporte que conlleva mucha constancia, tratamos de compaginar los entrenos con los estudios. Los jugadores son tan fuertes como en otras partes del mundo. Los resultados llegan si se trabaja, no hay más misterio. En los dos meses que llevo en Euskadi, la diferencia con el resto de zonas tradicionalmente waterpoleras es que aquí los niños no puedan entrenar cuatro días, cosa que, por ejemplo, en Cataluña, sí lo hacen. Son realidades distintas, pero a pesar de todo el margen de mejora aquí es grandísimo.

¿Qué condiciones se necesitan para ser waterpolista? Lo primero que tiene que gustarte el agua y jugar en equipo. Las condiciones concretas las iremos sacando en la escuela. El objetivo del Urbat es poner a los chavales de Eibar en las mismas condiciones de los waterpolistas que juegan en países donde este deporte está desarrollado. Saber nadar es fundamental y el resto es tener un mínimo de condiciones y ganas. Este es un deporte que se desarrolla en el agua y de manera horizontal. Todos pueden tener progresión, no hay condiciones particulares.

¿Es un deporte duro? Es duro, pero todos que empiezan a practicar este deporte comienzan de cero. Los grandes jugadores cuando empezaron no estaban preparados, la clave está en los entrenamientos. No hay nada predeterminado. Nosotros, en Eibar, enseñamos a jugar. Vengo de un pueblo pequeño como es Sori que tiene 3.000 habitantes y el nivel es alto. Me he propuesto hacer un trabajo más de calidad que de cantidad. Pese a que Eibar es una ciudad pequeña respecto a otras localidades como pueden ser San Sebastián, Bilbao o Pamplona, no importa, con los chicos que tenemos lo vamos a conseguir. Hemos dado la cara con los infantiles en Donosti, tenemos cuatro chavales que han sido preseleccionados con Euskadi y seguro que dos pueden entrar para jugar los campeonatos autonómicos.

-¿Cuántos chicos y chicas tiene el Urbat? Somos unos cincuenta entre chicos y chicas, aunque las féminas juegan con el Hernani porque no llegan a tener número suficiente para formar equipo.

Se le ve que está muy contento. Estoy encantado con la gente, con el trato que me están dando a todos los niveles. Mi meta es que se lo pasen bien, que disfruten y que tengan un buen desarrollo físico y de educación, que es lo más importante. Y claramente que aprendan a jugar a waterpolo. Siempre les he dicho, desde el primer día que me presenté en Eibar, que lo que deseo es que la gente salga sabiendo jugar, que el día de mañana le puedan decir: a tí te han enseñado a jugar a waterpolo. Mi ilusión es que los chicos y chicas de Eibar tengan las mismas posibilidades de aprender que en las grandes ciudades.