Las crónicas de AJD. Final del Mundial de Shanghai 2011: Italia-Serbia (8-7)

ITALIA 8 – 7 SERBIA

6-6 (1-0, 0-2, 4-1, 1-3), prorroga: 2-1 (2-1,0-0)

Superioridades: Italia 12 (3), Serbia 15 (3).

Penaltis: Serbia 3 (1), Italia 0.

Goles:
Italia: Matteo Alcardi (3), Christian Prescutti (2), Valentino Gallo, Pietro Foglioli, Maurizio Felugo.
Serbia: Filip Filipovic (3), Pralainovic, Milos Cuk, Vania Udovicic, Pijetovic.

Arbitros: Eran Turgai (Turquía), Mark Koganov (Azerbaidjan).

Italia ganó el mundial 17 años después de su último título. Increible la progresión de la scuadra azzuri, dirigida por Alessandro Campagna, que ocupó el 11º lugar en el último campeonato mundial en Roma (2009) que había ganado precisamente Serbia.

La finalísima en Shanghai entre dos equipo que se conocían muy bién. Hace un mes Serbia e Italia se enfrentaron en la final de Copa del Mundo en Florencia con victoria de un gol de los balcánicos que salían como favoritos (Serbia había marcado en este mundial 15 goles mas que su rival). Las posibilidades de Italia pasaban po la contundencia de su defensa y el buen momento de su portero Stefano Tempesti (Italia había encajado 11 goles menos que su adversario). La estrategia italiana funcionó mejor, los de Campagna llevaron el partido en su terreno: juego trabado y rácano de goles, defensas que predominaban sobre los ataques. No hay mas que fijarse en el bajísimo porcentaje de eficacia en las superioridades. Gran parte de las esperanzas de los serbios se esfumaron con los dos penaltis parados por un inmenso Stefano Tempesti, el gran protagonista de la final.
Italia demostró desde los primeros minutos que va a basar todo sobre su soberbia defensa. Un flexible e inteligente entremado defensivo impedía a los serbios a meter balones en condiciones a su boya y los lanzamientos exteriores, faltos de confianza, fueron una y otra vez repelidos por el guardameta azzuri. Los de Dejan Udovicic intentaron todo incluso el juego con doble boya, pero no pudieron marcar en los primeros 8 minutos. Lo consiguió su rival por mediación del zurdo Valentino Gallo que sorprendió a Slobodan Soro con un latigazo desde 7 m. al angulo corto.
La segunda parte comenzó con la misma tónica: un querer y no poder de los serbios. Con casi 10 minutos sin poder perforar la meta y al borde de la desesperación se vieron con un inesperado regalo del italiano Alex Georgetti que después de interceptar un pase en inferioridad, retrasó el balón a su portero sin percatarse que allí estaba el serbio Pralainovic (con 1,87 es el más bajo de Serbia) que empató a puerta vacía. Una bombona de oxígeno para los balcánicos que rápidamente dieron la vuelta al marcador. El más joven del equipo Milos Cuk (20 años) sorprendió a Tempesti desde el perímetro: 1-2.
El tercer período fue el mejor de Italia. La otra gran fugura azzuri Matteo Alcardi, un boya muy técnico , se fue de su rival y empató de revés 2-2. El potente Filip Filipovic (200 cm, 115 kg) desde 8 m. encontró un hueco por debajo de las dos manos de Stefano Tempesti: 2-3. A partir de este momento y hasta el final del cuarto los de Alessandro Campagna lo bordaron. Todo les salía a pedir de boca – a la perfecta telaraña defensiva añadieron una gran eficacia en ataque. Matteo Alcardi supo por fin materializar un uno mas (el primero de 5): 3-3. Serbia vió que no se podía ir en el marcador y esto le pasó factura: falló su superioridad. Italia no perdonó: Pietro Figlioli amagó que iba a pasar y de tiro lejano dejó sin reacción a Slobodan Soro: 4-3. Otra expulsión de jugador serbio y Christian Prescutti solo delante del portero marcó para 5-3.
Serbia tenía solo 8 minutos para dar la vuelta al partido o por lo menos llegar a la prorroga. Demostró que sabe jugar finales. Aunque este periodo empezó mal para ellos: Stefano Tempesti detuvo el primer penalti a Filip Filipovic, sacaron todo su orgullo y fuerza, y Vania Udovicic de contraataque y por debajo del portero italiano redujo 5-4. Otro golpe de efecto italiano: gol de hombre más de Christian Prescutto de pos. 5º (6-4) que a pocos minutos del final pudría ser definitivo contra cualquier equipo menos el de Serbia. Consiguió una expulsión del rival y Pijetovic en el 2º palo palmeó para 6-5. El empuje balcánico se hizo asfixiante y a 1,30 min del final gozaron de su segundo penalti. Esta vez la mano de Filipovic no tembló: empate 6-6. Los italianos hicieron un último intento de llevarse la final en el tiempo reglamentario: en los últimos segundos tuvieron hasta 2 jugadores más, pero el tiempo se acabó sin poder rematar y a la prorroga.
El sprint en el principio de la primera de las dos prorrogas de 3 min. tenía una importancia vital. Si Italia lo gana tendrá superioridad numérica ya que el tiempo de expulsión de los dos serbios no ha expirado. Lo consigue, como en los cuatro periodos del tiempo reglamentario. Los italianos definitivamente son más rápidos. Y además parece ser y más listos. Nada más llegar a las cercanías de la portería rival el otro héroe de esta final Matteo Alcardi (jugador de Savona) materializa la zona 1+ en el primer palo: 7-6. Serbia no se viene abajo y Filip Fipipovic en seguida transforma su superioridad: 7-7. Se nota la potencia física de los balcánicos, no dejan al boya italiano acercarse mas allá de los 5 m. y todo el equipo italiano está muy lejos de la meta de Soro.
Viene el minuto clave del partido. Primero Serbia tiene la inmejorable oportunidad de ponerse arriba en el resultado otra vez de penalti, el tercer a su favor, que puede ser la puntilla definitiva a su rival. Vania Udovicic, el sobrino del entrenador, se encarga con la responsabilidad de tirarlo, pero se encuentra con San Stefano Tempesti que queda en la historia con su segundo penalti parado en esta final. El nerviosismo y la precipitación de los serbios les pasan factura en el ataque siguiente de Italia: sin esperar a ver quién va a coger el rebote, varios jugadores serbios se van al contraataque. El rechace beneficia a los italianos que aprovechan el desajuste defensivo del rival de la mejor manera posible. El experimentado Maurizio Felugo marca uno de los goles mas importante de la historia del waterpolo italiano: 8-7.
La segunda parte de la prorroga es un recital del portero de Pro Recco Tempesti, de 32 años, que corona su partidazo con 16 paradas de 23 lanzamientos. Serbia tiene su última superioridad a 30” del final, pero no consigue el empate e ir de este modo a los penaltis que tan buenos resultados le dió en el anterior Mundial contra España. Italia es campeona del mundo 17 años después.

“Bellosette d’oro” – titula Gazzeta dello sport.

AJD

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