RFEN – En la jornada de hoy se cumplen seis años del desgraciado fallecimiento de Jesús Rollán, uno de los mejores waterpolistas del mundo y persona clave en el desarrollo de este deporte en nuestro paÃs. Aprovechamos esta triste efeméride para recordar algunas pinceladas del palmarés y los éxitos de un portero inolvidable.
Nos dejó en un 11 de marzo hace exactamente seis años. El jugador madrileño fue, junto a Manel Estiarte, uno de los lÃderes de la generación de oro del waterpolo español, responsable de colgarse las medallas de plata de Barcelona 92, el oro de Atlanta 96 y el triunfo en los mundiales de 1998 y 2001.
Iniciado en este deporte en el CN San Blas y el CN Vallehermoso, su progresión bajo los palos de una porterÃa le llevó a la residencia Blume de Barcelona, donde se perfeccionó su increÃble talento. Como jugador profesional, Rollán se inició en el CN Catalunya, club en el que militó hasta el año 2000 antes de trasladarse al Pro Recco italiano. Rollán se despidió del waterpolo en 2004 luciendo el gorro del CN Sabadell. Su palmarés en competiciones de clubes incluye dos Copas de Europa (1995 y 2003), una Recopa (1992), dos Supercopas de Europa (1992 y 1995), siete ligas españolas, una italiana y seis Copas del Rey.
2 Comments on Jesús Rollán, siempre en el recuerdo
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Lentisco efÃmero talado por la ingenua bondad de un Quijote nuevo. Abandonsate los robledales, los sotos de castaños, los rÃos, los valles y los batanes, para dedicar tu vida a las fazañas, y tan exitosas resultaron que hasta las lagunas se rindieron a tú dietra fuerza de delfin. SanabrÃa sigue allÃ, tendida, abandonada a su suerte sin poder competir siquiera con tu tumba, siempre tan floreada tan cudada, tan judÃa y tan sanabersa aunque tan lejos de sanabria y tan cerca del Soto de Viñuelas. Corazón de una tierra de una prole, efÃmera gloria y súbita decepción. Mamá sigue guardando el rescoldo en su seno y el amargo dulzor zarcea sus sienes. A la sanabria silenciosa se le humedecen los ojos y le brilla la mirada en las tárdes de estÃo, donde tu figura de niño creció en el agua dulce de segundera y el sol añorante del ocaso. Los anónimos te recordamos niño.
Un idolo a seguir.
Ivan Eguskiza