GETXO 7 – 6 URBAT (0-2, 3-1, 1-1, 2-2), prórroga: 1-0.
Arbitros: Sergio Gómez, Rut González
Las sensaciones que deja un partido, como las térmicas, son independientes de la calidad de juego y del termómetro. Vimos un encuentro tenso, estóico, sin lujo, pero nos cautivó la implicación de los jugadores y por supuesto el gran ambiente, la ilusión de la gente. Dos cuadros hechos de esfuerzo, no de arrogancia. De trabajo de equipo, no de individualidades. En el acta oficial hubo vencedor y perdedor, pero en realidad ganaron todos. Ganó el waterpolo.
El particular final de Champions para los dos siguió por similares deroteros del choque anterior. Bajo el atronador apoyo de los suyos, auténtico espectáculo en la grada, los armeros salieron en tromba: Anartz Mitxelena en posición de boya y Txomin Leturiaga de tiro cruzado pusieron un esperanzador 0-2. Davide Cerchi, todavía sin molestias físicas, lo paraba todo y Mikel Recio no llegó a embocar una vaselina uno a uno con Asier Olalde para abrir una seria brecha en el marcador. Además Urbat deaprovechó dos superioridades y puede lamentar que no resolvió el partido a su favor en este período inicial.
Getxo se repuso con el descanso y empezó a echar sus redes en la zona rival. El boya Jon Gomez ganó la posición a su marcador que le agarró y transformó el penalti señalado: 1-2. Su equipo se creció con otro tanto, de superioridad, de Julen Rodriguez 2-2. Urbat no pudo parar la racha rival, se equivocó en el pase en la zona hombre de más, contraataque getxotarra y Jon dió la vuelta al marcador 3-2. Davide ya esperaba el fin del período para reajustar la maquinaria armera, cuando el boya Anartz superó de nuevo a su marcador 3-3 y al descanso. Todo empezaba desde cero.
Las alternativas en el resultado continuaron con el cambio de los banquillos. Primero dieron los anfitriones. Julen Rodriguez y Jon Gomez se entienden sin mirarse, el pase del primero fue prolongado de palmeo por su compañero y el balón llorando pasó la línea de gol 4-3. Urbat apretó, pero la puntería no le sonreía: El revés de Mikel Recio (1997) lamió el poste y al rato Ander Azpiazu remató fuera de superioridad numérica. El gol se le resistía hasta que entró en escena Mikel Basterrika. El Nº 9 armero empató de un latigo seco y raso de falta directa mas allá de los 5 mts. 4-4.
El apasionante toma y daca continuó en el decisivo cuarto período. Mikel Basterrika demostró que es tremendamente peligroso con el balón en el arco. Se curró una falta y su remate agil e imprevisible, cambió de ángulo, dió alas a los suyos: 4-5. La respuesta de Getxo no se hizo esperar. La expulsión del cierre visitante Iñigo Unzeta fue la oportunidad que esperaba. El clarividente Julen Rodriguez habilitó a Jose Angel Seren para prolongar su pase en la red 5-5.
A partir de este momento los dos equipos gozaron de varios uno más , pero no tuvieron la resolución deseada. Davide neutralizó en dos ocasiones los disparos de sus adversarios y en la otra área Txomin Leturiaga (un diestro en pos. 1º para zurdos) se encargó de acabar las dos superioridades de los eibareses, ambos sin éxito. Y de nuevo apareció Mikel Basterrika. A 1,10 min del final, se perfiló en su zona preferida en el perímetro, frontal a la portería e hizo todo de manera impecable – giró a su rival, fue objeto de falta a poco más de los 5 mts. y clavó su daga por tercera vez: 5-6. Extasis en la grada armera que no dejó de animar su equipo durante todo el partido.
A un minuto del final (¡vaya último minuto!) Urbat vió el ascenso muy cercano. Había que defender “a muerte” un ataque y agotar una posesión larga. Y el sueño estaba a punto de convertirse en realidad. Llegó a bloquear el siguiente remate de Getxo y un defensa armero se quedó con la posesión de balón en medio de varios jugadores. Pero la tensión le trahicionó y no se le ocurrió otra cosa que dar un pase sin mirar hacia atrás que, por desgracia para los de Eibar, paró a la mano de Jon Gomez. El goleador de Getxo no desaprovechó el generoso regalo, empatando de revés 6-6 a 42” del final. Urbat tenía una oportunidad más. El intratable Mikel Basterrika preparó todo perfectamente como en sus tres goles anteriores: se hizo un hueco en el arco y provocó la expulsión a su marcador y cuando todo el mundo esperaba que iba a chutar ( estaba aún más centrado y más cerca de la línea de 5 mts. que en las tres ocasiones anteriores que acabaron en gol) preferió “no jugarsela” (¿quién si no él?) y ser fiel a la disciplina táctica, esperando que su equipo se colocara e intentar materializar la superioridad en los 25” que quedaban. Decisión que quizá defendiera cualquier entrenador, pero la posición de Mikel era inmejorable, prácticamente como un penalti y que se daría dificilmente en una zona uno más. Getxo dejó de nuevo libre a Txomin en su incómoda posición de 1º y con Olalde cubriendo su ángulo izquierdo. El ebarés tiró fuera. Quedaban 6” y Rubén Gamiz pidió Tiempo muerto. La estrategia ordenada por el técnico getxotarra acabó con un tiro de vaselina que rebotó en la cruceta y traspasó la línea de gol junto con la vocina final. ¿Gol? No, este tanto fue anulado con buén criterio por los árbitros, por sacarse la falta fuera de los 5 mts, en dos tiempos. Prorroga.
En el inicio del primer tiempo de 3 minutos de la prorroga se pudo mascar la tensión en el aire de Fadura. Nunca ha habido tanto público aquí y tantos nervios, pero el comportamiento del respetable fue ejemplar . Volvamos al campo: ansiedad y miedo de error, no hace falta ni decirlo. A 9” del final de la primera mitad Urbat gozó de su octava superioridad numérica que malogró de nuevo el Nº 7 (vaya noche) . Una de las claves del partido: de 8 uno más a su favor – 0 aciertos. Circunstancia que arruinó los esfuerzos armeros. No obstante no hay que obviar el trabajo de laboratorio del técnico getxotarra Rubén Gamiz, su equipo sabía como jugarle en inferioridad a su rival.
La segunda mitad de la prorroga Urbat hizo un cambio obligado. Hay que destacar que a diferencia de Getxo, Urbat tiene una rotación cortísima, jugando prácticamente con su siete titular durante todo el partido. Un serio hándicap para Cerchi que se notó en este momento decisivo. Iñigo Unzeta, agotado, pidió cambio y el jugador que entró en su sustitución en frio fue enseguida expulsado. Superioridad que no desaprovechó Getxo, que seguía vivo precisamente por su buén porcentaje de acierto en los uno más. Movió de lado a lado el balón que paró en el brazo del zurdo (eso sí, Getxo tenía un zurdo de garantía) Ibon Ripoll. No se atrevió a rematar como de costumbre a la primera al ángulo corto, sabiéndo que Davide se las sabe todas e intentó sorprenderle con una vaselina. No obstante el genovese consiguió rectificar y llegar a desviar el balón, pero sus maltrechos abductores no le permitieron bloquearlo con seguridad, el rechace al segundo palo fue interceptado por un Jose Angel en acecho, que empujó a la red 7-6. Un nudo en las gargantas de la gente de Eibar, viendo que el sueño del ascenso se esfumaba. Al otro extremo era la felicidad rebosante de los anfitriones. No hubo tiempo, ni fuerzas para más. Unzeta, de nuevo en agua y Mikel se la jugaron de lejos y fuera de la zona de que hacen daño. Sin problemas para Asier Olalde. Getxo se quedó en Primera.
Una mezcla de infortunio y falta de pericia privó al equipo de Davide Cerchi del ascenso. Para ganar hay que aprender a perder. Nada se le puede reprochar, lo intentó con todo. No pudo ser, el equipo fue atenazado por la responsabilidad, le faltó algo de físico, un banquillo más equilibrado. Urbat cayó, pero lo hizo con orgullo intacto, con elegancia, como lo demostró dentro y fuera de agua, durante y después del partido. Y por supuesto un 10 para su afición.
Hay que felicitar a Getxo, estando en una situación muy complicada después de la derrota abultada del primer partido, pero sabiendo jugar sus bases en los momentos cruciales de los dos partidos en casa. Había estudiado bién los puntos débiles de su adversario. Sabía que una buena defensa era la clave del play off. Y subordinó todo su juego a esta premicia que le llevó al éxito.
Ojalá que veamos más partidos con ambiente como este en Fadura en nuestra Liga. Aunque creo que el tercer partido se tenía que jugar en un campo neutral.
AJD
mucho pulmon ,…y mucho corazon