Una cualidad muy deseada por directivos deportivos y entrenadores a la hora de conformar una plantilla suele ser el nivel de competitividad que muestra el jugador en su actividad.
El jugador competitivo asegura entrega y lucha en el campo y no se dará por vencido a la primera de cambio.Â
Sin embargo, ser competitivo no asegura ser realmente un buen competidor ya que, en algunas ocasiones, las ansias de ganar llevan al jugador competitivo a pensar en conseguir su objetivo a cualquier precio o a perder los papeles cuando las condiciones no le son favorables.Â
Buceta, J.M. (1998) define la capacidad competitiva como la “cualidad de ser un buen competidor y no identificarse con el simple hecho de que el deportista sea competitivo”. Por tanto, ¿qué caracterÃsticas debe reunir el buen competidor?Â
Por contra, el mal competidor mostrará una actuación incontrolada, dominada por su propia competitividad y en momentos crÃticos, sus acciones serán impulsivas, pudiendo ser improductivas y perjudiciales.Â
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Exelente post!