Mantener la categoría, un equipo femenino y cuidar la cantera, retos de Miguel Murillo en @wpdonostia

¿Cómo aterriza un maño en Donostia?

Supongo que debido a un cúmulo de circunstancias personales y profesionales.

¿Cómo empezó todo?

Lorenzo Palos, el otro componente del dúo dinámico, me comentó a mediados de julio que el club Waterpolo Donostia buscaba entrenador. Él lo había visto en las redes sociales y me animó a mandar el currículo. Como ya había finalizado mi vinculación con mi anterior club, decidí probar. Después de un par de entrevistas por Skype, la Junta Directiva me dijo que, si yo quería, el puesto era mío. A partir de ese momento, una semana para sopesar la oferta y decidir si aceptaba el reto o no.

¿Qué te ha pedido el club?

Creo que se podrían destacar tres puntos a nivel deportivo. Por un lado, desde la Junta Directiva esperan poder formar un equipo femenino. Quizás no esta temporada, pero si como objetivo a conseguir más pronto que tarde. La idea es comenzar con las categorías de formación para asentar el proyecto desde la base. Por otro, intentar mantener al equipo senior en la Primera División Masculina de la Liga Euskal Herria. Es una meta ambiciosa ya que tenemos un equipo muy joven, pocos jugadores pasan de los dieciocho años, pero creo que trabajando duro día a día podemos lograrlo. Por último, también me han solicitado que preste especial atención a los jugadores más jóvenes. Son el futuro del club y deben tener la mejor formación. Haré lo imposible para llevar estas iniciativas a buen puerto.

¿Qué objetivos te marcas?

En primer lugar, intentar cumplir con las expectativas del club. A nivel personal, tratar de conseguir que los jugadores se involucren y entiendan que el proyecto Waterpolo Donostia sólo se sostiene si ellos toman las riendas. Yo estoy para ayudar en todo lo que me pidan, pero son ellos los que tienen el verdadero poder de poner a San Sebastián en el mapa estatal.

¿En tres días te ha sorprendido algo?

Sí. Las ganas de trabajar que tienen los chavales. El primer día les pedí un par de cosas de cara al funcionamiento diario y en la segunda sesión de trabajo ya lo estaban poniendo en práctica. Eso es síntoma de que se quiere progresar.

Hay una buena generación del 99…

Hay un grupo amplio de chavales nacidos entre 1998 y 2000. Sé que participaron en la fase preliminar del Campeonato de España Cadete que se celebró en CD Larraina hace tres temporadas (nos enfrentamos a ellos) y en el Campeonato de España Cadete que organizó CDW Turia hace dos años. Por ello, está claro que la posibilidad de optar al Campeonato de España juvenil de este año está ahí. Sin embargo, no nos tenemos que obsesionar. Pienso que nuestro principal objetivo debe ser seguir aprendiendo y tratar de adquirir un espíritu de trabajo que nos ayude a consolidarnos a medio y largo plazo. De poco sirve participar en los diferentes Campeonatos de España de categorías si luego los jugadores no llegan a sénior. Vamos a ir poco a poco. Entrenamiento a entrenamiento. Lo que tenga que pasar, pasará.

Echarás de menos algo o alguien

Todavía es pronto para responder a esta pregunta. No obstante, estoy seguro que dentro de nada empezaré a echar en falta a la familia y a los amigos. A mi hermano (ánimo con tu proyecto personal), a los compañeros de equipo (vigilaré vuestras sesiones de gimnasio desde la distancia), a mis compadres del Sao Pardo Futbol 7 (seguro que lo bordáis en segunda), y a todas esas personas que hasta ahora formaban parte de mi día a día.

El famoso dúo dinámico se separa

Así es. Una verdadera lástima. Después de muchas temporadas trabajando juntos, toca emprender caminos separados (Loren, suerte con tu aventura empresarial). Nos conocimos en el curso 1997/1998, compartiendo durante muchos años horas y horas de entrenamiento dentro y fuera del agua. A partir de la campaña 2008/2009, nos unimos en los banquillos y trabajamos juntos en diferentes clubes. Han sido unos años maravillosos donde hemos aprendido mucho uno del otro. Formábamos un gran equipo ya que nos complementábamos a la perfección. Un abrazo muy fuerte para él, para su mujer, Bea, y para su hijo recién nacido, Ander.

¿Es un hasta luego o un adiós definitivo?          

Nos hemos prometido mutuamente que, antes o después, pronto o tarde, tenemos que volver a reunirnos y poner en marcha el proyecto común que tenemos en mente desde hace varios años. ¿Dónde? ¿Cuándo? No lo sé. Lo único que tengo claro es que fuimos, somos y seremos #Irreductibles.