El panel izquierdo representa el cielo mientras que el derecho, el infierno. La pintura central, completamente abigarrada, nos muestra una grandísima cantidad de personajes, animales y demás escenas excéntricas. Cierto es que se muestran actitudes obscenas, pero en realidad en ningún caso se habla de erotismo sino que de una intencionada asexualidad.
El panel central presenta tres franjas horizontales, divididas por matas vegetales. En la franja inferior ( la más cercana al espectador ) los personajes desnudos se dedican juegos eróticos, incluyendo la zoofilia, sexo explícito e incluso una crueldad excesiva, entre fresas y grosellas, peces y objetos varios. Destacan la presencia de dos personajes negros con sendas guindas en la cabeza. Varios pájaros enormes asoman entre escenas oníricas.
En la franja central se representa un estanque donde se bañan varias jóvenes. Alrededor de ellas giran varios jinetes que montan a caballo, mientras que se vuelven a adivinar escenas de juegos eróticos de nuevo.
Finalmente en la franja superior aparecen cinco semi-arquitecturas de raigambre surrealista. De dos de ellas brotan riachuelos que van a parar a un río. En dicho riachuelo flota una esfera con una columna decorada por frutos exóticos.
El mensaje final de la obra tiene diferentes interpretaciones:
1. siguiendo la palabras de uno de lo salmos de San Agustín se dice: “ los pecados de este mundo son un falso paraíso que llevan irremediablemente a la condenación “.
2. siguiendo la teoría de los Adamitas, nos encontramos ante la vuelta a la pureza del hombre antes del pecado. Y además los Adamitas defendían a su vez el nudismo y las relaciones sexuales.
3. actualmente la mayoría de los críticos y especialistas desechan todas estas interpretaciones y creen que el Jardín de la Delicias es una sátira moralizante sobre el destino de la naturaleza humana y los hombres en su entorno social.