X

Chica frente al espejo

    Categories: Pintura

Cuando uno visita un museo, normalmente, suele preocuparse más por leer los títulos de las obras para, después, echarles un vistazo, casi de pasada (siempre intentamos ver demasiado en muy poco tiempo) que por pararse delante, contemplándolas detenidamente y deleitándose en lo que se ve.

Esto último es, precisamente, lo que siempre hemos intentado hacer en los museos en los que he trabajado. Partiendo del diálogo, de un juego de preguntas y respuestas, los participantes en estos programas educativos realizan ese esfuerzo de pararse ante un cuadro o una escultura, incluso hay muchos momentos en los que no se habla, sólo se mira y a través de esta dinámica todos, invariablemente, descubren la mayoría de los mensajes impresos en las obras.

Justamente por ser Picasso un hito indiscutible en el arte contemporáneo y por ser un pintor que aún hace uso de la figuración y, en este caso, del color de una forma expresionista, el cuadro resulta más sencillo de ver y de entender.

Una chica joven se mira en un espejo. La figura real de la muchacha, Marie-Thérèse Walter, amante de Picasso durante los años 30, está representada mitad de frente, mitad de perfil. Su rostro combina la apariencia del sol, en la vista frontal, y de la luna, en la de perfil. Su cuerpo refleja también esa dualidad. Las formas rayadas y esquematizadas de la parte izquierda nos recuerdan a las costillas, su vientre, sin embargo, nos da la sensación de que está embarazada.

Esta combinación de formas nos lleva a pensar en una joven que está llegando a la plenitud, a la madurez física y emocional quizá simplemente porque es algo que le corresponde por su edad o quizá como resultado de sus experiencias vitales.

El reflejo del espejo nos muestra a la joven distorsionada, alterada, como si la imagen que estuviera viendo de sí misma fuera, de algún modo, su yo interior, sus más íntimos pensamientos y, dados los colores que Picasso utiliza, quizá también sus preocupaciones y angustias.

La idea de la persona que se mira en un espejo es un tema recurrente en la Historia del Arte. Nos habla del cambio, de la vanidad, de la fugacidad de la vida, del todo pasa. Enlaza con la misma idea del cambio que expresa el cuerpo dual de la parte izquierda del cuadro y, a la vez, convierte la pintura en un retrato psicológico que se expresa, principalmente a través del color.

Todas estas ideas que uno puede leer en cualquier análisis relativo a esta pintura, suelen surgir de forma natural cuando uno se sienta ante el cuadro y deja que sus pensamientos fluyan y que su mente se abra a la verdadera magia del Arte, sin necesidad de que nadie nos diga lo que el cuadro significa.

Itziar Martija: