Y os preguntareis el porqué de esta exhibición verdad? Pues la respuesta es contundente: la tercera versión de esta pintura se subastará el día 2 de mayo. Esta fecha, será clave y un hito en el mundo de las subastas, puesto que ya se augura que podría ser la obra de arte más cara de la historia.
Esta obra que se exhibirá hoy mismo se diferencia de las otras tres por varios motivos: por un lado, por ser una pintura de mayor colorido que el resto y por otro, porque uno de los personajes del fondo se encuentra ligeramente encorvado como si estuviera mirando el paisaje que se asoma al fondo.
Esta versión pintada en el 1895 es la única de las cuatro cuyo marco fue pintado por el artista con un poema en el que describe las circunstancias que le llevaron a pintarlo: “Estaba yo caminando por la carretera con dos amigos , a la puesta del sol . El cielo se tornó rojo sangre y sentí un aroma de melancolía . Me quedé parado , muerto de cansancio , por encima del negro-azulado , de las lenguas de sangre y fuego del Fiordo y la ciudad . Me quedé atrás, temblando de ansiedad y sentí el gran grito de la Naturaleza”.
En la versión que todos los mortales conocemos del año 1893, y atesorada en la Galería Nacional de Oslo; las rojas ondulaciones del cielo, las de las montañas y el cielo, parecen fundirse con el cuerpo angustiado del primer plano. Su rostro parece casi una macilenta calavera.
Edvard Munch ( 1863-1944 ) comenzó su formación inicial de manera académica y solo empezó a orientarse por los nuevos derroteros tras su primer viaje a Bélgica y París.
Munch se vinculó con fuerza al ambiente artístico alemán desde que expuso por primera vez en Berlín el año 1892, provocando una verdadera tormenta en los ambientes artísticos más progresistas de aquella ciudad.
Rasgo característico de Munch es su preferencia temática por la enfermedad, el deseo insatisfecho, la soledad, y el miedo: está es la impresión que se desprende muchas veces de sus parejas de amantes o de los personajes individuales. El paisaje o los objetos que rodean a estos seres armonizan con sus emociones contribuyendo a reforzar la misma sensación de amenaza o desamparo.