Cómo era de esperar, de nuevo el mundo de las subastas nos ha sobresaltado. Claro, si ya de por sí, uno se puede quedar atónito ante las cantidades ingentes de dinero que se paga por una obra de arte, ni que decir tiene, la noticia de la semana.
Una casa de subastas ha sacado a la venta un cuadro pintado por Pete Doherty, ex de la modelo Kate Moss a la sazón. La obra ha alcanzado la cifra de casi 50000 euros. Hasta aquí todo normal, pero la sangre ha llegado al río y nunca mejor dicho, cuando lo que se ha vendido no ha sido más que un lienzo salpicado con la sangre que le extrajo el propio Doherty a la cantante inglesa Amy Winehouse, mientras esta hablaba con su padre por teléfono.
Con una técnica inventada por el propio músico y que él ha llamado “técnica de la salpicadura arterial”, ha rociado la tela con chorros de sangre y colores varios. La obra ha sido titulada “Ladykille” y ha sido expuesta junto con otras obras de arte y objetos personales del músico en una galería inglesa.
Los dos artistas aparte de su adicción a las drogras también compartían una relación de amistad muy estrecha. Una relación que se vió truncada cuando la cantante falleció el 23 de julio del año pasado. Y una muerte de la cual , según afirma Doherty, tanto le ha costado recuperarse.
Dicho esto, la pregunta es la siguiente: ¿pura estrategia de marketing o amistad real? Yo lo tengo muy claro y más si los actos provienen del irreverente músico. Pero desde luego, que como a algún que otro cantante, yo a mi adorada Amy se lo perdono absolutamente todo.
Recemos por el alma de la cantante y volvamos a lo negro.
Iker Landeta