Algo soprendente cuanto menos teniendo en cuenta que una de las hijas del difunto Barón Thyssen, la mismísima Francesca, se ha puesto de uñas.
La obra, de la colección de la Baronesa Thyssen, pertenecía a su colección particular cedida a el estado español hasta febrero del año que viene. Pero eso si, la propia Carmen, Tita para los amigos, ya se encargó de poner una clausula en el contrato de cesión, afirmando que si en algún momento necesitase “cash” , podría optar a un cinco por ciento de las obras para hacer y deshacer con dicho cinco por ciento a su antojo.
Vamos, que Tita no da puntada sin hilo y menos cuando el 2 de julio salga a subasta la obra en Londres con una partida de inicio de unos 30 millones de euros.
Auguro queridos blogueros que esta no es mas que la primera pincelada de un lienzo que todavía tiene que terminar de pintar la propia Baronesa Thyssen de su cuanto menos azarosa vida.
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Madre mía con la condesita. La pobrecilla no tiene dineritos para comprar el pan y ha decidido empezar a vender su patrimonio...
Pues una vez probadas las mieles de tener "cash" rápidamente no sé cuanto tardará en continuar vendiendo...
Interesantes las declaraciones de Francesca Thyssen tras la venta... http://cultura.elpais.com/cultura/2012/07/04/actualidad/1341393444_217432.html