X

Dante Gabriel Rossetti: Beata Beatrix

En 1847, Dante Gabriel Rossetti conoció a Elisabeth Siddal, quien se convertiría en su mujer y su musa. Ella es la protagonista de Beata Beatrix, una de las obras más emblemáticas de Rossetti.

A lo largo de sus años de convivencia, Rosseti realizó numerosísimos retratos de su esposa. Su obsesión por ella fue aumentando con el paso del tiempo, de tal modo, que llegó un momento en que Elisabeth vivía prácticamente recluida en el hogar, dedicándose por entero a la obra de Rossetti que no le permitía, ni siquiera, ver a las amistades de la pareja.

Posiblemente como consecuencia de esta situación, a la que se añadió la creciente fascinación que en Rosetti comenzaba a ejercer Jane Burden, la mujer de otro de las prerrafaelitas, William Morris, Elisabeth tomó una sobredosis de láudano que acabó con su vida.

Beata Beatrix se ha considerado siempre una elegía de Rossetti hacia su esposa. Sin embargo, Rossetti comenzó a realizar estudios para el cuadro tiempo antes del fallecimiento de Elisabeth. Aunque, hasta 1863, tras su muerte, no retomó su ejecución.

Otra de las versiones del cuadro realizada por Rossetti. La obra quedó sin finalizar a la muerte del artista y fue terminada (el paisaje del fondo) por su amigo Ford Madox Brown.

De las 6 versiones que llegó a realizar, la primera y más célebre fue el óleo finalizado en 1870.

En él Elisabeth aparece como la Beatriz de Dante, con un paisaje florentino a sus espaldas, posiblemente el Ponte Vecchio. También en el fondo, a ambos lados, Dante y el Amor.

El cuadro es un complejo compendio de imágenes simbólicas que recogen todas las inquietudes de Rossetti como artista. En la pintura se unen diferentes niveles de significado simbólico. Desde la temática más ligada a la fascinación que Rossetti sentía por Dante, hasta una interpretación ligada a la religión y el misticismo, a través de símbolos dobles, como la paloma que puede asociarse tanto a Venus, la diosa del amor y la belleza, como a la idea del Espíritu Santo.

En esta versión Rossetti añadió una predela inferior en la que aparecen Dante y Beatriz. Él mismo realizó también el diseño del marco.

En esta versión Rossetti añadió una predela inferior en la que aparecen Dante y Beatriz. Él mismo realizó también el diseño del marco

El mensaje directo de la amapola que esta paloma parece dejar caer sobre las manos de Elisabeth es, sin duda, el de la muerte (traída por el opio), pero la imagen es también símbolo de la castidad y de la propia paz alcanzada por Elisabeth tras su muerte.

Al fondo, se repite esta doble lectura de lo cotidiano y lo sobrenatural. El Amor parece invitar a Dante a que le siga, mientras sostiene un corazón ardiente. Tras ambos personajes un árbol, símbolo de árbol de la vida y un pozo, imagen del renacer y de la nueva vida a la que se dirige Elisabeth-Beatriz. Como refuerzo de esta misma idea, Dante sostiene un ejemplar de la Vita Nuova.

Rossetti pinta a Elisabeth como un símbolo del Arte, entre la vida y la muerte, creando una imagen de pura pasión que se convierte en testamento vivo de su esposa.

Itziar Martija: