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En busca de un nuevo Lei Feng

Luego os explico quién es la de la foto y la historia de Lei Feng. Pero primero vamos con Yue Yue. [ACTUALIZACIÓN: Yue Yue ha muerto hoy  en el hospital]

Xingjuan Wang

Dos atropellos y 18 personas. Yue Yue, una niña de dos años, tuvo que ser atropellada dos veces y 18 transeúntes pasaron junto a su cuerpo tendido en el asfalto hasta que alguien la socorrió. Yue está en coma en un hospital.

Ocurrió al sur de china en la provincia de Guangdong y las crudas imágenes del atropello llevan circulando por internet desde hace unos días. El video estremece, lo que hay detrás de esta falta de humanidad desconcierta.

En los microblogs chinos se pueden leer cosas como “moral en declive”, “sociedad enferma” o “ni los gatos ni los perros se merecen un trato tan cruel”. Todo el mundo se pregunta ahora aquí porqué ocurren estas cosas, qué falla para que una sociedad llegue a deshumanizarse hasta ese punto.

Lo terrible de todo esto es que no es el primer caso, ni un hecho aislado. La gente tiene miedo a socorrer a desconocidos en la calle porque puedes acabar denunciado por la familia de la víctima para que acarrees con los costes médicos. En China el que se saca las castañas del fuego y mira por lo suyo, cueste lo que cueste, sobrevive. Al resto lo atropellan.

¿Quiere esto decir que la sociedad china es menos humana, más cruel y más egoísta que otras? No lo creo. Más bien parece que es el ejemplo de lo que ocurre cuando la asistencia médica universal, un respaldo básico del Estado a los individuos, un bienestar mínimo y aceptable para todos desaparecen.

Un último detalle . En la pagina que el youtube chino tiene sobre este tema – el coste de ayudar le han llamado – arriba a la derecha, vereis el retrato en rojo de un soldado y un signo de interrogación. Es el heroico camarada Lei Feng y  escuchando historias como la del atropello de Yue sí que parece que China está huérfana de héroes y busca nuevos camaradas Lei.  Pero resulta que no es verdad, que China va sobrada de todo. También de ciudadanos ejemplares, generosos y altruistas. Lo digo porque acabamos de entrevistar a la señora de la foto, Xinjuan Wang.

No cuento más sobre ella porque su caso se merece un post propio. Pero sí me ha parecido de recibo que la imagen de este artículo no sea ni la de la niña Yue en el hospital  ni la del heroico camarada Lei Feng. Es la de esta señora de 80 y muchos años que parece estar llamándonos para recordarnos qué pasa cuando la sociedad civil, el espacio de lo público y del bien común se ahogan en recortes, privatizaciones y Estados que supeditan el bienestar de todos a un capitalismo salvaje.

Hodei Arrausi

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