Lluvia sobre Trípoli. Suelo mojado y anarquía en las calles cuando cae la noche. Se han levantado la inmensa mayoría de puestos de control rebeldes y los milicianos se juntan ahora en la antigua Plaza Verde para disparar al aire –cada vez menos- y hacer trompos con sus coches. “¡Dios es grande!”, es el principal grito de ánimo para los conductores que aprovechan el piso mojado para mostrar su habilidad. El tradicional saludo musulmán de ‘Salam aleikun’ ha sido sustituido por el grito de guerra rebelde que hora se utiliza para todo.
TRIPOLI. Noches rebeldes from mikel ayestaran on Vimeo.
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